Linley le había entregado tan directamente sus anillos interespaciales que el Jefe Soberano de la Luz estaba bastante sospechoso.
—Puede ser que realmente sea como yo sospechaba; ¿él ha llevado las nueve perlas espirituales al Plano Yulan?
Cuando lo escuchó decir que sus clones divinos no estaban presentes y que habían regresado al Plano Yulan, el Jefe Soberano de la Luz tuvo un mal presentimiento.
Pero el Jefe Soberano de la Luz aún ató los anillos con sangre y los inspeccionó a los dos.
—¡Realmente no hay nada!
—Jefe Soberano, ¿las nueve perlas espirituales que busca están dentro? —dijo con voz clara, con su cabeza en alto.
—Hmph.