Hoy, los jugadores del décimo servidor ya no eran noobs. Muchos de ellos habían alcanzado el Dominio Celestial y allí comenzaron su camino en un nivel más alto.
Pero aunque hubieran entrado al Dominio Celestial o permanecido en el décimo servidor, cualquier jugador que hubiera experimentado ese primer período del décimo servidor no olvidaría jamás la guerra por los récords de los calabozos de ese momento. Aún si todos los servidores atravesarían por un período similar, aún si la mayoría de las personas eran solo espectadores, los récords de los calabozos de ningún servidor nunca habían sido dominados tan fuertemente por la misma gente. Los récords que consiguieron parecían simbolizar la eternidad.
Y ahora, los nombres que dejaron esos récords aparecieron en la batalla definitiva de las finales. Prolijos y ordenados, igual que el original, un equipo sin sanador, solo DPS.