—Los empresarios malvados como tú son los peores, juegan con los ciudadanos inocentes... todos ustedes comen todo tipo de platillos carísimos y viven en mansiones muy costosas, pero nosotros estamos obligados a ajustarnos los cinturones y vivir vidas difíciles. ¿Por qué deberían hacer eso? Todos ustedes no son más que vampiros succionadores de dinero, ¡sal y danos una explicación!
Unos cuantos periodistas habían ido junto con los inversionistas y esperaban capturar algo importante. Algunos de ellos incluso agregaron insultos para herirla y no tuvieron en cuenta las posibles consecuencias. Hicieron que estalle todo y provocaron aún más disturbios, lo que hizo que más y más personas rodearan el auto de Huo Mian y la insultaran.
Entonces, Huo Mian abrió la puerta del auto y se bajó muy despacio mientras, por alguna razón, el grupo comenzaba a retroceder un par de pasos. Su expresión era calmada y no sabía de ira ni de miedo.