Temprano a la mañana siguiente.
Ning Xi llevaba un vestido rosa claro con un par de sandalias blancas de tacón bajo. Llevaba un maquillaje ligero, y sus rizos naturales se habían enderezado para que su cabello cayera en forma de ola sobre sus hombros. Como de costumbre, la pinza de pelo rosa en forma de corazón había sido clavada en su cabello cerca de su sien. En resumen, se parecía mucho a una buena esposa y una madre amorosa.
Lu Tingxiao estaba sentado en el sofá leyendo un periódico, y se quedó atónito por un momento cuando la vio.
—Esta apariencia...
Si no fue una ocasión especial, Ning Xi tendió hacia un estilo simple y ligero la mayor parte del tiempo. Esta fue la primera vez que la había visto vestida como... como una verdadera dama.
—Entonces... ¿Me veo como si estuviera casada y fuera una buena esposa? —dijo Ning Xi, saltando con entusiasmo delante de él.
Lu Tingxiao la miró, y había una luz significativa y profunda en sus ojos: