—¡Puedes dejarlo ahí, ayúdame agradeciendo a tu pequeño amo! —dijo Ning Xi y sacó su teléfono para enviar un mensaje de texto a Tesorito.
Mientras que el personal del equipo de producción se veía ocupado haciendo su trabajo, en realidad todos ellos estaban mirando fijamente en la dirección de Ning Xi, curiosos de saber qué le habían enviado ahora. Al final resultaron ser tres botellas…¿de jugo?
La primera vez Ning Xi se vio preocupada por las rosas, la segunda vez, no parecía muy sorprendida ni satisfecha con el diamante. Pero ahora, tenía una expresión de felicidad en el rostro, y estaba enviando un mensaje de texto con alegría.
Todos empezaron a sacar conclusiones:
—¡Ah, por supuesto, el dinero no funciona con las mujeres hermosas en estos días, es el corazón lo que importa!
—Así es, ¿no escuchaste a la chica que habló recién? Dijo que el jugo fue preparado personalmente y a mano. ¡Eso es tan dulce!