Rex, que había estado esperando en la entrada, sacó dos dedos y señaló su propia cabeza y luego a la boca de la cueva.
Simbady le indicó que todo estaba bien en su final.
Rex asintió en señal de aprobación, se dio la vuelta y entró en la cueva.
Simbady levantó la vista y vio las mangueras de aire flotando hacia arriba. En los últimos tres días, no solo había aprendido el funcionamiento básico del traje de buceo, sino también los gestos y las técnicas de buceo. Era extremadamente importante monitorear estas dos mangueras, y esa era la razón por la cual el rescate requería de dos personas.