Los sonidos de las trompetas de bronce vinieron de lejos y rompieron el silencio del mediodía. Los pájaros en el patio dejaron de trinar, lo que parecía un presagio. En este momento, esta sala en el castillo parecía solemne y aburrida.
El duque Wilion Berger sabía que era el momento de la batalla decisiva.
Movió sus ojos del retrato del ex rey Timoteo a una delicada armadura completa, que fue heredada de su abuelo. En repetidas ocasiones lo había remendado y pulido. Cada parte de ella estaba empapada con grasa que formaba algo así como una piel en su superficie.
El lema de su familia grabado en la armadura del brazo derecho decía "Fidelidad inquebrantable".
En este conjunto de armaduras, había atrapado vivo al viejo duque rebelde en el campo de batalla con una lluvia de flechas. Para este logro brillante, Timothy le había otorgado el título de Señor de la Región Oriental.