La superficie del vasto mar recuperó su antiguo tono azul claro. Belleza Encantadora navegó hacia adelante, montando el viento y las olas. El casco se movía hacia arriba y hacia abajo en las olas brillantes, haciendo crujidos rítmicos.
—¡Pongan la vela al máximo! ¡Chicos, muévanse! —Jack, de un solo ojo, gritó—: Podemos llegar a la Playa Llana hoy.
Los marineros en el mástil cantaban juntos una canción de trabajo y tiraban de la gruesa cuerda de arpillera de tres dedos, liberando la vela poco a poco. Con el clima siempre cambiante en el mar, tuvieron que repetir tales movimientos de liberación y enrollamiento varias veces al día. Loto observaba a los marineros, tan flexibles como monos, subiendo y bajando sobre su cabeza.
—¡Qué problemático! —Dijo el viejo capitán, caminó hacia las brujas y añadió—: Sería mucho más fácil si tuviera un bote como los de Bahía Luna Creciente, ellos pueden navegar sin velas. ¿Cómo se llama la cosa?