—Pfft...Ejem —Roland casi se ahoga con su propia saliva. Un hombre de aspecto pálido, ligeramente más grande, con dedos rechonchos y un peinado mohicano rizado apareció dentro de su mente. Roland casi se había olvidado de él, pero rápidamente se dio cuenta de quién era cuando se mencionó el nombre. Su apariencia era tan clara como si se hubiera separado ayer.