Cuando los barcos enemigos llegaron a la bifurcación del río Aguasrojas, llegaron medio día tarde, como se esperaba. Hasta que una tarde, cuatro días después, 10 barcos de vela aparecieron lentamente al final del horizonte.
Al escuchar esta noticia, Van'er recorrió seis compartimentos para ordenar a su equipo de mortero subordinado que se preparara, y luego regresó a su ubicación.
—¿Dónde están? —Rodney miró a través de una rendija que hizo levantando levemente el deflector de la ventana.
—Están a por lo menos varios cientos de metros de distancia de nosotros —gritó Garra de Gato, el responsable de observar las banderas de señales, y abrió el tragaluz. —Hay demasiadas hierbas silvestres en el techo, tantas que no puedo verlas desde aquí.
Cada compartimento estaba equipado con una ventana de tiro y un agujero en la parte superior junto a la pared. Así con subir dos escalones de tierra, era fácil ver la situación del río Aguasrojas.