Suyin se acaba de dar cuenta de que ha transmigrado a una trilogía de romance.
Suyin se dió cuenta de que era un personaje de relleno sin relevancia, sin embargo, su instinto no le deja voltear la cara ante la muerte inminente del pequeño hijo del protagonista y la villana.
Sabe que si se lo queda traerá problemas innecesarios con los protagonistas, pero si lo deja vera como un niño inocente muere de forma despiadada.
¿Qué hacer?
Zhenzhen ha vivido toda su vida enamorada del señor Song, sin embargo este no ha hecho más que abandonarla y humillarla hasta más no poder tan solo por el bien de su propia hermana. Su amor duro desde su niñez hasta la fría tumba de su amado abuelo.
No más. Ella ya no es más la Zhenzhen de una historia triste que deja a sus lectores con un sentimiento de impotencia, en la que se deja pisotear hasta el final sin dignidad alguna.
¿Qué si teme convertirse en la misma escoria que todos aquellos que la han atormentado? Pues no, para nada.
Ella simplemente enloqueció.
Y solo quiere venganza.