Archer miraba hacia abajo a Talila, quien sonreía. Se inclinó y le susurró al oído.
—¿Quieres esto, mi esclava?
Talila tembló al escuchar su voz en su oído, pero asintió y luego lo besó mientras rodeaba con sus brazos a él.
Él correspondió al beso, pero comenzó a frotar su miembro sobre su empapada vagina, haciéndola emitir un gemido mientras dejaba de besarlo.
—¡Ahhhhnn!~~
Archer alineó a su hermanito y se adentró en ella hasta que golpeó algo que lo bloqueaba, hasta que lo rompió, haciendo que ella emitiera un gemido de dolor.
Pero él la besó de nuevo y jugó con sus pezones, haciendo que ella poco a poco olvidara el dolor, hasta que dejó de besarlo y le susurró al oído.
—Puedes moverte, Maestro.
Cuando Archer escuchó esto, comenzó a follársela suavemente, lo que la hizo apretarse, causándole a él gruñir.
—¡Ughhm!~~ Eres tan estrecha, Tali.