Apenas regresamos a casa, ocultamos los regalos y empezamos a comprar todo para la fiesta. De los tres cumpleaños que se celebran en este mundo, el número 15 es el más importante, ya que te conviertes en adultos a ojos de este mundo ; por lo tanto, le haríamos algo inolvidable a las chicas.
Invitamos a todos nuestros amigos y Aisha invitó a los de la clase especial.
Según recuerdo, en el diario del futuro, Aisha ya tenía novio a estas alturas, pero ahora sigue soltera, lo mismo que Norm, tal vez debe ser que en ese futuro se sintió sola sin Silphy y Roxy. Además mi otro yo estaba en una profunda depresión, como sea es mejor no pensar en ese horrible futuro.
Como los preparativos eran evidentes, les dijimos que le haríamos la fiesta por sus 15 años y estaban muy entusiasmadas.
Mientras eso pasaba, alguien aún tenía dudas en su corazón.
Durante esos días, en el departamento de Cliff y Elinalise, recibieron una visita para nada esperada, en especial para la elfa.
—¿Qué demonios haces aquí, rata bastarda? —preguntó Elinalise.
—Hola, Elinalise, disculpa que venga sin avisar. Me gustaría hablar con Cliff —dijo Paul.
—¿Sobre qué?
—Es sobre Rudy. Tengo un mal presentimiento y necesito hablar con alguien. Él es sacerdote y debe mantener lo que hablemos en privado, ¿cierto?
—Sí, bueno, sí —dijo Elinalise, confundida.
Señor Paul, ¿qué lo trae por acá? —dijo Cliff cuando lo vio—.
—Quiero hablar contigo, y bueno, también contigo, Elinalise. Hay algo que no me puedo sacar de la cabeza.
Mientras lo hicieron pasar, Paul les contó sobre Ariel y sus sospechas de que el bebé que esperaba fuera de Rudeus, omitiendo que descubrió a Ariel besando a Rudeus.
—Creo que exageras, Paul. La mujer se embarazó cuando Rudeus ya estaba acá, y mi nieta confirmó que nunca dejaron a Rudeus solo con ella; o cuando ellas no estaban, siempre estabas tú, Zanoba, o Cliff.
—Eso es cierto, señor Paul, es casi imposible que sea el bebé de Rudeus; el tiempo no concuerda —dijo Cliff—.
—Aun así, cuando confronté a Ariel el otro día, ella me confesó que sí está enamorada de Rudeus, pero negó que fuera el padre.
—Entonces, ¿qué te preocupa? —dijo Elinalise.
—Fui un noble y heredero de la casa Notos. Conozco a los nobles mejor que nadie ; cuando era niño, escuché muchas cosas horribles del ministro y el rey, que drogaban a mujeres nobles y plebeyas para acostarse con ellas y despertaban sin siquiera saber qué les pasó. ¿Y si ella drogó a Rudy y, ya sabes, se embarazó de él?
—¿No estás siendo muy paranoico, Paul? dijo Elinalise.
—No lo sé, pero fui aventurero y tengo un sexto sentido ; algo no me cuadra.
—¿Y qué dice Rudeus? —preguntó Cliff.
—Él dice que jamás se ha acostado con Ariel, pero como ya te dije, Rudeus es idiota en ese sentido; ella perfectamente pudo drogarlo darle un afrodisíaco acostarse con el y luego Rudeus olvidaría todo.
—Bueno, yo no confío del todo en Ariel, pero no creo que llegue a tanto —dijo Cliff—; sin embargo, si confío en Rudeus. Él jamás negó a sus esposas. Si él se hubiese acostado con Ariel y ese bebé fuera de él, ya lo habría dicho. Créeme, soy un Milis y no apruebo la poligamia; sin embargo, Rudeus es mi amigo y no mentiría en esto. Deberías confiar en tu hijo. Además, Ariel debió hacer correr ese rumor, ella misma lo confesó cuando fuimos a la coronación,¿recuerda?, difundió el rumor de que eran amantes para hacer creer que Rudeus la protegía y no me extrañaría que ella misma haga correr el rumor de que Rudeus es el padre.
—Dios, espero que tengas razón Cliff —dijo Paul
—Esto es raro; siempre me hubiese imaginado que te hubieses ufanado y sentido orgulloso de que una reina se acostara con tu hijo —dijo Elinalise sonriendo.
—No, esto es diferente; la realeza Asura está podrida, son peores que los nobles. No quiero a mi hijo ni a mis nueras involucrados en eso y sufriendo por culpa de esa mujer.
—No se preocupe, señor Paul, Rudeus es más fuerte mentalmente de lo que piensa , dijo Cliff.
—Sí, lo sé, pero eso no quiere decir que en este aspecto sea un completo idiota. Uffff, supongo que si estoy siendo paranoico.
—Vaya, sí que has madurado, Paul —dijo la elfa— nunca me habría imaginado que cuidaras tanto de tus hijos .
—¿Y qué esperabas? Tengo casi 40 años.
Como sea, en unos días celebraremos el cumpleaños 15 de las chicas y están invitados.
—Sí, lo sé; Rudeus ya nos dijo —respondió Cliff.
—Bien, me voy. Gracias por escucharme —le dijo Paul, y se despidió volviendo a su casa.
—Oye, Liz, ¿tú crees que Ariel haría algo así? , pregunto Cliff.
He vivido más de 400 años, amor; he visto de todo en este mundo. No me extrañaría; sin embargo, las fechas no coinciden, a menos que ella esté mintiendo. Pero Silphy me dijo que no hubo un día en que Rudeus no durmiera con alguna de sus esposas.
—Sí, ya veo, bueno cualquier padre estaría preocupado, por algo así.
—Me sorprende que Paul cuide tanto a sus hijos, jajaja creo que si maduro, sonrió la elfa.
Para la fiesta, Lilia cocinó el típico pastel Asurano que Paul y Aisha odian, además de comida típica de Asura y Ranoa, también yo cocine comida chatarra de mi mundo y mucho helado, aprovechando que tenemos mucho chocolate hicimos de ese sabor. Hice unas empanadas de queso fritas con la ayuda de Lilia, ya que nunca supe cómo se hacía la masa en mi mundo y tenía muchas ganas de volver a comerlas, le explique a Lilia como eran y la mujer no se como logro descifrar la receta, digan lo que quieran pero ella se maneja en la cocina. Aunque enrealidad, me gustaban más las de carne, pero nunca supe cómo se hacía el relleno, bueno otro día experimentaremos con eso. En fin, para variar, a todos les gustaron, en especial a Paul y Eris .
Estábamos ahí, ya todos listos para comenzar, pero Norm aún no llegaba. Papá ya estaba preocupado de que no apareciera , pero cuando íbamos por ella, llegó cargada de regalos. Norm es muy popular además de ser la presidenta del Consejo de Estudiantes, hay muchos chicos enamorados de ella, aunque creo que muchos no se le acercan porque temen que les pateee el culo, el hecho de que Norm tenga de padre a un Triple santo, a un mago imperial de hermano y una reina del filo de cuñada los hace tener precaución de acercarse a ella, el último idiota que trato de obligarla a salir se llevó un susto por parte de Eris.
Muchos de esos chicos le regalaron cosas al saber que cumplía 15 años, y por eso Norm se había atrasado. Pude notar cierta envidia en los ojos de Aisha; trataba de esconderlo, pero creo que le afecta que Norm sea más popular que ella, a pesar de que Aisha es la mejor estudiante de la universidad y después de mi la mejor espadachina.
La fiesta empezó con palabras de Paul, Lilia y yo, que hablé por mamá.
Luego les dimos los regalos. Lilia y mamá les dieron abrigos; Nana les regaló unas capas mágicas, como la de ella, que las mantendrá abrigadas en invierno y frescas en verano. Silphy les dijo que les daría el regalo a solas en una reunión de chicas esta noche. Roxy les dio un par de botas a cada una. Luego, Eris y yo les regalamos una daga a cada una y un guante de Zaliff, para que controlen la daga con gravedad artificial, tal como lo hace Eris. Ellas estaban muy emocionadas con este regalo.
Finalmente, papá llegó con su regalo.
"Hijas mías, ya son mujeres, y no saben lo orgulloso que estoy de ambas. Son espadachinas intermedias en los tres estilos y ambas están rozando el rango santo, en Dios del Norte Aisha y Dios del Cauce Norm. Por lo mismo, es hora de que tengan una espada de adultos", dijo Paul, dándole una a cada una. "Siempre supe que te gustaba mi espada, Norm, así que mandé a fabricar una casi idéntica para ti, y a ti, Aisha, como siempre te ha gustado el sable de Rudeus, made a fabricar uno idéntico para ti, salvo por el color de la empuñadura que es de tu color favorito."
—Muchas gracias, papá, dijeron al unísono con enormes sonrisas.
—Ahora sí parecen practicantes del Dios del Norte— les dije—, con dos espadas y una daga.
—Pero me gusta más el estilo del Dios del Filo y del Cauce, dijo Norm.
—No te preocupes, dijo Eris, eso no quiere decir que un practicante de otro estilo no pueda usar otra espada. Nina Farion empezó a usar dos espadas cuando estudiábamos, por si se le rompía una.
Y así siguió la fiesta; la comida fue un éxito, en especial para los invitados: ese elfo agrandado del Gran Bosque y el enano de la clases especial, devoraron pizzas como locos. Cuando me fijé, vi que estaba el hijo de Grabel, de ya unos 10 años, comiendo helado tranquilamente sentado en una banca, cerca de la piscina.
—¿Cómo estás, Grannel?
—Oh, hola, General. Bien, ¿y usted?
—Bien, ¿te gustó el helado?
—Sí, delicioso. Ni en Asura he comido algo tan rico.
—Me alegro, gracias por venir.
—Claro, mmm... ¿podría preguntarte
algo, Rudeus?
—No, no soy el padre del hijo de tu tia Ariel.
—Aaaaah, ya veo, pero yo le quería preguntar otra cosa, ¿mi papá está vivo? Me llegó una carta hace poco, pero nunca se sabe.
—Tranquilo, está vivo, solo que exiliado en su palacio, como el idiota de Philemon Notos. Ariel no los va a ejecutar, ni a nadie... mmmmm, bueno, al menos que traten de atentar en contra de ella. Espero que cuando crezcas no hagas nada idiota, Grannel. Me agradas, niño, y no quisiera tener que ser tu enemigo.
—Oh, no, no tengo intenciones de tomar el trono, y creo que papá ya se rindió con eso.
—Bien, me alegro de escuchar eso y que hayas venido.
—Oh, sí, Aisha es muy buena conmigo; cuando no entiendo algo, ella siempre me ayuda.
—Bien, después hablamos, Grannel. Disfruta la fiesta y come todo lo que quieras.
—Gracias, General.
—Por cierto, —dijo de pronto Silphy—, había olvidado un regalo. Esto lo envió la reina Ariel para ustedes chicas.
Pasándoles una caja a cada una donde venían unos hermosos vestidos de gala, creo que en el fondo a ambas fue el regalo que más les gustó, en especial a Aisha, que siempre ha sido muy femenina. Aun así, notaba a Aisha algo rara.
"Por cierto, ¿dónde están las furras?". Justo cuando pensaba en eso, llegó un gran grupo a casa: era Rinia y Purcena, que traían un enorme jabalí que habían cazado y venían escoltadas por varios miembros de los mercenarios.
—¿Dónde rayos estaban ustedes dos, tontas? Llegan atrasadas, les dije.
—Oh, lo siento, jefe. Es tradición de los Doldia cazar una presa y regalársela al miembro de la tribu que se hace adulto, así que le trajimos este regalo a la vicepresidenta.
—¡FELIZ CUMPLEAÑOS, VICEPRESIDENTA AISHA! —gritaron todos los idiotas, haciendo que casi se me saliera un pedo del susto. Cuando miré, Aisha estaba muy feliz con esto. ¡Ahora entiendo! , ella debe haber pensado que los mercenarios lo habían olvidado; ellos aprecian a Aisha y creo que planearon esto como sorpresa.
—Oye jefe podemos pasar y cocinar esto tenemos hbre y esto pesa mucho.
—Si claro, pasen todos les dije
Las furras y algunos mercenarios ferales despostaron el jabalí y lo tiraron a la parrilla, y así tuvimos una gran tarde. Fue una linda celebración y fue lindo ver a la familia tan feliz nuevamente.
Esa tarde, ya cuando todos los invitados se habían ido, mis esposas, mis madres y mis hermanas dijeron que sería una noche de chicas, así que me fui a dormir con Lucy, Lara y Ars a casa de papá. Dejé a los niños durmiendo en compañía de Leo y bajé a la sala de la casa de mis padres a beber unos tragos con papá, Cliff y Zanoba (por cierto, Elinalise se fue con Clive a su departamento y Ginger con July a casa de Zanoba después de la fiesta).
—¿Siempre las mujeres mayores hablan con las chicas cuando cumplen 15 años, papá?
—Sí, es una tradición.
—También lo es en Milis —dijo Cliff.
—Sí, también en Shirone —dijo Zanoba.
—Dios, ya todos mis hijos son adultos. ¡Qué viejo estoy!
—Oh, por favor, papá, solo tienes 39. En mi mundo anterior aún se consideraba un hombre joven.
—¿De qué rayos estás hablando, Rudeus?, preguntó Cliff con curiosidad, mientras Paul me daba una patada.
—Eeeee Eeeeeee este , perdón, me refería al mundo de Nanahoshi. Ella me contó que la juventud ahí dura más; los humanos en ese mundo posponen la paternidad a los 30 o incluso a los 40 años. Perdón, el trago me pegó duro.
—¿Estás nervioso, amigo? ¿Hay algo que te moleste? —me dijo Cliff.
—No, claro que no, me siento bien.
—Sabes, Rudeus, soy sacerdote y somos tus mejores amigos. Tu padre es alguien que jamás te traicionaría. Si quieres decirnos algo, puedes hablar con confianza, amigo.
—Ya veo para donde va esto . Escuchen los tres, yo no soy el padre del bebé de Ariel. Es imposible. No niego que ella me ha acosado y me ha besado por sorpresa, pero nunca me se lo he metid... acostado con ella.
—Bien, bien, relájate, amigo. Solo te quería decir que sabes que puedes confiar en nosotros.
—Sí, ya lo sé Cliff. No se preocupen, he estado raro simplemente porque los rumores no son agradables. No es grato que todos piensen o te digan que eres el amante de la reina siempre, y aún peor, delante de mis esposas o mi familia. Dios, si hasta Lucy, en su inocencia, cree que es verdad que el bebé de Ariel es su hermanito.
—Bueno, y aunque fuera así, nunca te lo diría, maestro.
—¿Por qué dices eso, Zanoba?
—Porque así mantendrá su casa dinástica de Gaunis. Si tú fueras el padre, el trono sería ocupado por un Greyrat cambiando la dinastía real; por lo tanto, aunque el bebé fuera tuyo, jamás te lo dirá.
—Pffff, escucha, Zanoba, si fuera por eso, Ariel no debería temer. Aunque el bebé fuera mío, prefiero que conserve el apellido de su madre; no quiero involucrarme en política.
—Y si fuera tuyo, hipotéticamente, hijo, ¿qué hubieses hecho?, preguntó papá
—Criarlo con valores, como a mis hijos, para que sean buenos chicos y no unos despotas desgraciados.
—Bueno, serás lo más parecido a un padre, maestro. Ser padrino del hijo de una madre soltera en Asura es algo muy importante y aun más si es el príncipe .
—Sí, ya lo sé, Orsted ya me lo explico.
—Bien, Rudy, como sea, cambiemos de tema. ¡Salud por Aisha y Norm! ¡Salud!
—¡SALUD!
—Y por que se casen pronto y se larguen a la casa de sus esposos —dije, brindando
como broma, lo que me valió un coscorrón de Paul— Auch, viejo! Eso dolió.
—Después que terminen sus estudios o cumplan 20.
—Oh, por favor, papá, ¡te casaste! A los 17.
—No me importa, no dejaré que cualquier idiota se case con mis hijas.
—Pffff, qué exigente eres, viejo.
Tú, Cliff, eras perfecto para Norm. ¿Por qué rayos te casaste con Elinalise? —le dijo Paul, algo ebrio.
—Porque me enamoré a primera vista. Yo nací para Liz.
—¿Y que hay de Aisha?, ella tiene un carácter fuerte y es lista. Creo que terminará con un tipo fuerte. Dije.
—Eso espero, y que las trate bien. Si no, deberé patearles el culo. Como sea, brindemos —dijo papá, y así bebimos hasta tarde. Al otro día, desperté con una fuerte resaca.
Mientras, después de la fiesta, en la casa de Rudeus había una reunión de chicas.
—Bien, chicas, ya son adultas y deben saber cosas —dijo Silphy... Mmmmm, bien, así, ¿ya saben cómo vienen los bebés al mundo?
—Claro que lo sabemos —dijo Norm—. Lilia nos lo dijo cuando vivíamos en Milis. No somos idiotas.
—Además, cuando están ebria, o comen chocolate puedo escucharlas cuando tratan de tener bebés con mi hermano, en especial a ti Silphy, y a ti también, Eris —les dijo Aisha.
—¿Oh en serio? —dijo Silphy, sonrojada.
—Si, Silphy —dijo "Nana"—, ¿recuerdas cuando aún me odiabas y hiciste ese show antes de que llegaran nuestras cuñadas?, te escucho casi toda Sharia .
Pffff, tú no hables, Nana, también eres escandalosa. Empiezas a decir "Oni chan, Oni chan, Yamete Kudasai". No sé qué rayos significa eso, pero se escucha muy claro, ¡diablos! Y duermo alejada de ustedes. Debo usar magia de tierra para que los niños no escuchen, dijo Aisha.
—Perdón —dijo Nana muy avergonzada.
—¿Qué significa eso? —preguntó Roxy.
—Nada, nada, solo que hablamos en mi idioma para sentirme en casa.
—¿Pero es algo pervertido? —preguntó Silphy, cerrándole un ojo.
—Oh, ya basta, esto no es para hablar con las chicas.
—Oh, cierto. Por cierto, ya que saben qué hacen un hombre y una mujer, quiero darles mi regalo.
—¡Oh, muchas gracias! —dijeron las chicas.
Era lencería, normal y una muy picante, haciendo que las chicas se sonrojaran.
—¿Y qué debemos hacer con esto? Pregunto Norm.
—Deben usarlo cuando tengan novio o un marido y quieran seducirlo —les dijo Lilia. Por cierto, si quieren, podemos buscarles marido.
—No, prefiero encontrar uno yo —dijo Aisha.
—Pienso lo mismo, dijo Norm.
Ya, ya nadie les va a buscar marido —dijo Silphy—, pero deben aprender técnicas para seducir a un hombre.
—¿Como cuáles? —preguntó Aisha.
—Levantarse ligeramente la falda o abrir un poco tu blusa para que vea el contorno de tus pechos —dijo Silphy.
—Ya veo, pero ¿cómo lograste seducir a mi hermano con eso? Si, salvo Eris, ustedes son planas, chicas. Dijo Aisha.
—¡Eso no importa! —dijo Roxy malhumorada—. A los hombres no les importa el tamaño, sino la insinuación. Ustedes deben insinuarse y ellos dar el primer paso —dijo Roxy.
—Oh, por favor, Roxy, tu nunca te insinuaste, si no fuera porque Rudeus te besó en Wind Port, aún serías virgen —le dijo Eris.
—¿Ah, sí? ¿Y cómo se seduce entonces, según tú Eris ? .
—Pffff, fácil. Cuando tuvimos nuestra primera vez, Rudeus no quería porque decía que yo estaba triste por la muerte de mi familia y no quería aprovecharse de mí.
—¿Y cómo lo hiciste? —preguntó Norm.
—Simple, le hablé al oído y le dije lo que me enseñó mi madre: lo que le gustaba oír a mi papá —le dije—. Quiero ser tu gatita toda la noche, miau. Y así cayo fácilmente .
—Ya veo, pero eso funcionaría con los hermanos de Eris o algún chico feral, dijo Aisha.
—Solo hablen con el chico que les gusta y vean si tienen algo en común o se llevan bien, aconsejó Nanahoshi .
—Pero tú tardaste años en confesarte a mi hermano, Nana.
—Bueno, sí, pero es por otro asunto; ya sabes, debo regresar eventualmente.
—Oh, ya entiendo, lo siento.
¿Y no hay algún chico que les guste? Les preguntó Lilia.
—Mmmm, no —dijo Aisha—, el elfo de mi clase es lindo, pero es un arrogante, y petulante imbécil; además, le pateó el trasero en esgrima y magia fácilmente.
—¿Qué hay de ti Norm?
—Yo no conozco a nadie —dijo Sonrojada.
—Pffff, Norm tiene muchos admiradores: hay un medio elfo, un chico feral, unos nobles de Neris e incluso un par de chicas enamoradas de ella.
—Ya cállate, Aisha.
—Ya, ya, no peleen, son adultas ahora. Por cierto, beban un trago, ya pueden hacerlo —dijo Silphy, algo ebria.
—Por cierto, si se casan con un tipo que tiene otras esposas, o si ustedes son la primera esposa, procuren ser amigas de ella para llevarse bien como nosotras , les dijo Roxy .
—Con todo respeto, Roxy, yo soy creyente de Milis y pretendo tener un solo esposo, dijo Norm .
¿Y qué hay de ti, Aisha? —preguntó Eris.
No lo sé, tal vez me case con el mismo marido que Norm. ¡Jajajajajaja! .
—¿Qué dijiste? —dijo Norm, lanzándose sobre ella. Las chicas tuvieron que separarlas.
—Solo estoy bromeando, Norm, no me casaré con tu marido. De seguro te buscarás un tipo de la fe de Milis.
—Eso no fue gracioso, Aisha.
—Ya dejen de pelear —las regañó Lilia, y Zenith les dio una bofetada a cada una.
—La verdad, me casaré con un tipo fuerte —dijo Aisha—, como papá o Rudy.
—Mmmm, ya veo. Tal vez deba presentarte a Jino Brits, si es que la idiota de Nina aún no ha dado el paso —dijo Eris.
—¿Quién es ese? .
—Un santo del Filo, sobrino del Dios del Filo.
—Bueno, como sea —dijo Norm—. Aún no he conocido a nadie.
—Yo tampoco —dijo Aisha—. Estoy más preocupada de volverme una santa del Norte y administrar la compañía.
—Sí, yo también —dijo Norm—. Además, estamos empezando con el tercer libro.
—Bien, pero ya saben, chicas, ahora son mujeres y ante cualquier duda no duden en hablar con nosotras, les dijo Silphy .
—Hablando de eso, si tenemos novio, ¿cómo lo hacemos para no embarazarnos antes de casarnos? Preguntó Aisha.
—Bueno no tengan sexo, pero si no pueden controlarse , hay pociones o el tipo debe interrumpir el coito al final, pero no es seguro, dijo Lilia.
—Tu Nana, ¿vienes de un mundo tecnológico? ¿Cómo lo hacían ahí? , preguntó Norm.
—Bueno, yo acá no me cuido porque soy estéril, pero en la Tierra había píldoras anticonceptivas, inyecciones, dispositivos intrauterinos y condones.
—¿Qué son los condones? Preguntó Eris.
—Pues un forro de látex que los hombres se ponen en, bueno, ya sabes dónde, y los soldados quedan atrapados en él.
—Oh si existen de eso, son de tripa de cordero, dijo Lilia.
—Qué asco, en mi mundo eran de látex. Pero no sé si en este mundo existan las plantas de donde se extraía para fabricar los, tal vez si, considerando que esta es una tierra paralela, deberíamos. Preguntarle a Orsted o Perugius si existen esas plantas .
—Es fácil, dijo Eris, si no quieren embarazarse solo hagan mucho ejercicio, así el embrión no se pegará en su útero. A mí me costó embarazarme hasta que bajé la intensidad de entrenamiento.
—Bueno, cuando tengamos novios, preguntaré de nuevo, dijo Aisha.
Bien, bebamos, dijo Eris, y así, al poco rato, todas estaban borrachas.
—Así que la reina tendrá un bebé, dijo Norm.
—Si tiene unos 4 meses, hip —dijo Silphy.
—¿Quién será el padre? —preguntó Aisha. Bueno, todos dicen que Rudy, pero es imposible por fechas—.
—Yo creo que es de Luke —dijo Eris.
—No sé, hip, tal vez es de ese guardia dorado de ojos rojos que nunca se le ve el rostro —dijo Silphy—, o de ese grandote con cara de niño. ¿Quién sabe? A ella siempre le gustaron las mujeres, nunca creía que le gustara algún hombre.
—Pero le pidió a Rudy ser el padrino —dijo Roxy.
—Oigan, chicas, no creerán que Rudy es el...
—No, Norm —dijo Eris—. Ella nos pasó un dispositivo para mirar en su mente como muestra de confianza, aunque no lo hemos usado.
—¿Rudy lo sabe? —preguntó Aisha.
—Sí, lo sabe. Dijo que no había problema, aunque Silphy no quiere usarlo.
—A mí me gustaría ver los recuerdos de su otra vida —dijo Roxy—. Me gustaría ver ese mundo.
—No te pierdes de nada —dijo Nana—. Además, era sudamericano y de una ciudad pequeña; no verás grandes cosas.
—Aun así, quiero ver —dijo Roxy.
—Pfff, un día le diremos a Rudy y lo usaremos, dijo Silphy.
—Yo no entraré en eso —dijo Nana—. No quiero deprimirme más por ver su otra vida. Él murió por mi culpa en primer lugar; no quiero ver lo que dejó atrás por tratar de salvarme.
—Bien, le preguntaremos a Rudy, pero no por ahora —dijo Eris.
—Y volviendo a tu pregunta, Norm, por eso confío en Ariel. Eso de que Rudy es su amante o que el bebé es de él, son rumores que ella hace correr para que sus enemigos crean que está bajo la protección de Rudy. Cuando era princesa, también hacía correr rumores para sacar ventaja; es algo común en ella.
—Oh, ya veo, bueno, eso me deja tranquila, dijo Norm.
De pronto, Zenith se paró, miró a las cuatro esposas y les dio una bofetada en la cabeza a cada una, y luego se fue a dormir.
—¿Qué demonios fue eso? —preguntó Eris.
—Debe haberse enojado por querer ver la vida anterior del joven amo Rudeus —dijo Lilia.
—Sí, pero ¿por qué me dio una bofetada a mí si yo no quiero ver eso? —dijo Nana.
—Oh, eso no lo se, tal vez le molesto alguna otra cosa.
En fin salud dijo Silphy y así bebieron hasta caer dormidas de ebrias