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Carol estaba en Secret&Discreet Company, estaba entrenando con uno de los entrenadores, esto no era del todo necesario pero la hacía distraerse de la realidad, además le divertía y le relajaba, por extraño que pareciera en la pelea su corazón se relajaba y, aunque debería estar sudando, ni una gota de sudor resbalaba de su suave y clara piel, no parecía necesitar hacer ningún esfuerzo para derribar al entrenador y eso lo impresionaba a él.
- Es impresionante, recluta C. N - le dijo el entrenador mientras se limpiaba el sudor con una toalla.
- Gracias, Entrenador H. S - respondió Carol sonriendo radiantemente y tomando una botella de agua para beberla.
- En realidad no necesita estás sesiones de entrenamiento, ¿por qué decidió tomarlas?
- Supongo que para matar el tiempo, además es interesante ver la experiencia de ustedes los entrenadores - Carol dejo la botella de agua a un lado y respondió al Entrenador H. S mientras se encogió de hombros.
El Entrenador H. S era un hombre de mediana edad, de cabello negro y ojos marrones, su piel llevaba un color bronceado y en su muñeca derecha podía verse claramente una cicatriz, estaba vestido con un uniforme negro que dejaba ver sus músculosos brazos, su complexión fuerte y mirada severa infundía temor y respeto en quienes le vieran.
- ¿Interrumpo? - una mujer de cabello oscuro y liso hasta los hombros con ojos azul cobalto entró en la sala de entrenamiento, esta mujer era Liliana Lagos o L. L.
- Por supuesto que no, Señorita L. L - respondió Carol cortésmente, aprendió las reglas de cortesía de la empresa rápidamente gracias a Lorena, ella solo era una recluta temporal por lo tanto le debía respeto a L. L que era una empleada activa.
L. L. le sonrió a la chica de cabello rojizo, está mujer que parecía apenas haber cumplido 18 años era naturalmente inteligente y agradó a L. L bastante por ello, aunque no dejaba por ello su posición como su superior.
- Terminen así por ahora. Recluta C. N. acompáñame - pidió L L dándose la vuelta para caminar de regreso a la puerta.
Carol asintió y se despidió del Entrenador H. S con una leve reverencia antes de caminar rápidamente detrás de L L.
- Señorita L L ¿a donde vamos? - preguntó Carol unos minutos después de salir de la sala de entrenamiento.
- Iremos a la entrada este de la ciudad, hay alguien que debes conocer - respondió L L con su actitud profesional.
Carol se quedó callada y pensativa durante el trayecto que seguía detrás de L L, miraba hacia todas partes con su mirada curiosa pero discreta, algunas personas le miraban por un momento antes de pasar de ella con indiferencia, la verdad era que ver a nuevos reclutas o reclutas temporales no era nada nuevo en ese lugar. Caminaron por un buen tiempo hasta que L L se detuvo y se giró hacia un pasillo blanco iluminado a su derecha, un hombre delgado de cabello rojo y ojos color ámbar salió en ese momento del pasillo y se paró diagonal a L L con una actitud despreocupada.
- ¿Cómo fue la operación? - preguntó L L girándose hacia el hombre.
- Exitosa - respondió él encogiéndose de hombros.
- Bien. Vamos Recluta C N - L L le hizo una señal a Carol para que le siguiera en dirección a un pasillo hacia la izquierda.
X P inclinó la cabeza levemente al reconocer a la mujer detrás de L L, la chica también le reconoció y entrecerró los ojos pero ninguno de los dos dijo nada, X P desvió la mirada y Carol se dio la vuelta para caminar detrás de L L como lo hacía desde hacía una hora y media. Una sonrisa casi imperceptible se formó en los labios del hombre mientras veía como esa delgada y elegante figura desaparecía por la esquina del pasillo.
- Que chica tan interesante - se dijo a si mismo en voz baja, sus ojos ambarados no abandonaron a la pelirroja hasta que tomó un giró hacia la derecha en uno de los tantos pasillos pintados de blanco del sótano.
HE RENACIDO
Esta vez es una verdadera resurrección
Decidí no saltar al pasado para visitar a Sandra Rodríguez, dejémosla descansar en paz. Dejemos a los muertos tranquilitos en sus tumbas ¿ok?
¿Adivinen qué? El destino me dijo anoche que Carol Díaz, a pesar de ser una mujer fuerte, no debe quedarse soltera por mucho tiempo
PREPÁRENSE MIS QUERIDOS LECTORES
Esto solo es un nuevo comienzo