—Estas cuatro organizaciones ya están luchando. ¿Qué debemos hacer? ¿Debemos ayudar? —preguntó uno de ellos.
—Es mejor si no nos involucramos. ¡No podemos permitirnos ofender a ninguna de las cuatro organizaciones principales! —respondió otro con preocupación.
—¿Por qué no aprovechamos esta oportunidad para recuperar la Piedra Divina de la Vida? —sugirió un tercero, con un brillo de ambición en los ojos.
—Entonces, ¿a qué estamos esperando? Apresúrate y ve. ¡Esta es la mejor oportunidad! —exclamó otro, apremiante.
Todo el mundo comenzó a discutir, sin saber si debían ayudar.
Sin embargo, también había personas que esperaban tener suerte y se apresuraron hacia el Ojo del Sahara, queriendo aprovechar el caos para recuperar la Piedra Divina de la Vida.
¡Pero este grupo de personas solo había llegado a mitad de camino!
Rayos de energía recorrieron el cielo y se dispararon hacia estas personas.
¡Puf! ¡Puf! ¡Puf!