Yang Luo dijo desesperadamente —Qingmei, ya que esos tipos quieren terminar nuestra cooperación, que la terminen. De todos modos, cuando nuestro nuevo producto salga al mercado, esos tipos vendrán corriendo y rogarán por cooperar con nosotros—. Su Qingmei frunció el ceño y dijo:
—Pero, ¿has pensado alguna vez en qué pasaría si los nuevos productos que producimos aún no pueden competir con Ding Sheng Biomedical? —No hay tal cosa—. Yang Luo negó con la cabeza. —Olvídalo. No sabes nada de negocios. Es inútil decírtelo.
Su Qingmei sacudió la cabeza y cambió el tema. —Por cierto, Yang Luo, ¿has curado a la Tía? —Por supuesto—. Yang Luo sonrió y dijo:
—La miocarditis de tu Tía ha sanado completamente. No tendrá una recaída en el futuro—. —Eso es bueno—. Su Qingmei asintió y preguntó:
—Entonces, ¿por qué volviste sólo ahora? Yang Luo dijo: