—¿A qué te refieres? ¿Qué mentiras creímos? —preguntó Liu Wei, su mundo estallando en un millón de pedazos mientras Violencia revelaba todo. Miró hacia abajo a la mujer dormida en sus brazos y apretó su abrazo suavemente.
—Pensaron que ella no estaba satisfecha con ustedes cuatro, así que cuando los llamaban, iban de buena gana —explicó Violencia—. La Muerte era el único que se resistía a dejarla. Pensaba que ella había secuestrado al hijo de Deméter porque estaba solitaria ya que todos estaban ausentes todo el tiempo. Creía que mientras ella siempre tuviera a uno de ustedes cuatro con ella, entonces nunca desearía a otro. Sin embargo, a donde quiera que ustedes tres vayan, La Muerte siempre tiene que seguirlos.
Violencia soltó una carcajada áspera. —En vez de eso, cayeron en la trampa de Bin An Sha y dejaron a su vulnerable Reina completamente sola y como presa fácil. Autocumplimiento del destino si alguna vez lo he escuchado.