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Kate salió de su elegante coche negro y caminó con confianza hacia la entrada del exclusivo restaurante La Belle Époque. La elegante decoración y la suave iluminación ambiental se reflejaban en los pulidos suelos de mármol mientras ella avanzaba hacia el interior, atrayendo la atención de algunos comensales que la reconocían.
—Es un restaurante para la gente de élite, así que es normal que la reconocieran, especialmente porque su sobrina ha estado en las noticias durante un tiempo —se quitó las gafas de sol, sus ojos buscaban al único hombre que estaba esperando—. Más le valía no haberla engañado para venir aquí si él aún no había llegado.
Estaba aquí para una reunión crucial con George Borne, uno de los productores más influyentes de la industria. Él tenía el poder de hacer o deshacer carreras, por eso había dicho esas cosas tan viles sobre Anna antes. Pensó que podía romper su carrera como a los demás, pero quién sabe cómo esa chica siempre encuentra una salida.