—Géminis se deslizó hacia Blake con un poco de anticipación y también de incertidumbre —dijo ella—. Sus instintos le decían que debía aparearse con este hombre. Era una sensación que nunca había sentido antes hasta ahora. En cuanto vio su pene, sus ojos se fijaron en él, e imágenes de él apuñalando su punto privado aparecieron en su mente. Un fuerte impulso de tener su grueso pene penetrando su jardín secreto la había invadido por completo.
—Blake miró a la chica Naga que dudaba frente a él y les indicó con la cabeza a las chicas —relató—. No necesitaba palabras para que comprendieran su intención. Ellas se acercaron y comenzaron a quitar las cadenas doradas del cuerpo de Géminis. Pronto ella estaba allí completamente expuesta. Su vagina que estaba en la base de su cuerpo humanoide superior, ya estaba ligeramente húmeda.