Kapitel 2: Capítulo 1
Ichigo miraba al frente, como si estuviera observando a un fantasma, sus ojos estaban por salirse de sus órbitas.
Todo por una presencia que estaba ingresando a su salón de clases, una que provocaba múltiples murmullos con el solo hecho de estar ahí en ese instante.
Esta solo sonría mientras caminaba dando saltitos hacía el frente de toda la clase, a su lado el profesor le decía que se presentara como debía. Su sonrisa si es que podía ser posible, se amplió aún más.
"¡Mi nombre es Yotsuba Nakano! ¡Es un placer conocerlos a todos ustedes! ¡Espero que nos llevemos muy bien!" saludó energéticamente. La clase simplemente se levantó y dijo que era un placer, excepto por alguien que todavía no podía creerlo.
Ahí como si su sistema hubiera colapsado, Kurosaki Ichigo miraba como si de un robot se tratase cada movimiento de la chica, la cuál iba saludando a todos con una sonrisa que se podía decir era más normal mientras pasaba justo por donde estaba su fila.
Al llegar a él, se detuvo y lo miro por un momento, esa expresión de felicidad de antes solo creció, por ende, su sonrisa era más tonta de lo que solía ser.
Ichigo apartó la mirada en cuanto se encontró con los ojos de esta, así que ella solo siguió su camino.
"Tch, y a esta que le pasa" susurró algo irritado. Miro por la ventana por un momento, no esperó que de todas las clases y todos los años que había en la preparatoria justo tocara con él, no parecía tener malas intenciones, pero le irritaba sentirse vigilado, era agobiante.
Su mirada que antes estaba pasada en el paisaje al otro lado del vidrio, fue re dirigida para ver por encima de su hombro y localizar a la extraña mujer.
Dió con ella, se encontraba a tan solo unos tres puestos del suyo, le extrañó que no estuviera hablando con alguien ya, parecía estar escribiendo algo en el cuaderno.
Suspiró tranquilo al ver eso. Acomodó sus dos brazos por encima de la mesa y se recostó en estos, sus ojos se cerraron, con intención de recapitular lo que había acontecido hace poco.
- Hace 15 minutos -
Ichigo al abrir los ojos se sorprendió por lo cerca que estaba aquella chica de su cara, más porque no se dió cuenta en que momento. Se apartó de golpe por aquella inesperada sopresa.
"O-oye, ¿Qué crees que haces?" preguntó con el ceño fruncido, para hacer notar que no le había gustado nada. Sin embargo esta no se intimidó ni tampoco retrocedió, solo se llevó un dedo a la mejilla, como pensando en que decir, extrañamente su listón movió varias veces. Al terminar volvió a sonreír.
"Nada en particular, solo me pareciste interesante. Me gusta tu color de cabello" Ichigo entrecerró sus ojos hacía esta, parecía haberse puesto un poco nerviosa. Finalmente decidió dejarlo pasar, no debía ser nada importante.
"Como sea, com- Espera..." pensó un momento, creyó haber escuchado mal. "¿Qué te gusta mi qué?"
"Shi shi shi, así como lo escuchas Ichigo, un llamativo pero muy bonito tono" Ichigo apartó la mirada. No quería admitirlo, pero el recibir un halago sobre su cabello después de haber sido víctima de algunas burlas por culpa del mismo, rara vez no se referían a él como una zanahoria con piernas. En resumen, su cabello tenía que ver en casi la mitad de los insultos que recibía, por tanto lo que dijo la chica, de alguna manera lo alegró.
"G-gracias, supongo. Aunque, ahora que lo pienso... tenemos el mismo color de cabello..." fue diciendo mientras la observaba. Sí, tenía que ser eso, halagar su cabello y así como ella tenía el mismo que él, se auto convencía de que en verdad era bonito. No era una opinión buena de él, era como un auto halago.
La chica se quedó totalmente estática por unos momentos, Ichigo la veía con extrañes. Esta se empezó a sonrojar y sus ojos empezaron a dar vueltas.
"¡Es verdad! ¡Se me había olvidado! ajajaja" rió avergonzada mientras se rascaba la cabeza con timidez. Ichigo choco su mano en su frente, al quitarla incluso la zona quedó enrojecida. Había escuchado una estupidez gigantesca de la que parecía ser una estúpida de ese mismo calibre.
"Mejor hago un intento por olvidar eso. Hay otras cosas que quiero preguntarte" aviso. Esta se sentó en la silla frente a él, manteniendo su cabeza apoyada en sus manos, dándole su total atención al chico.
"Adelante adelante, pregunta, estoy lista para todo, creo jeje" pidió entusiasmada.
"Bien, ¿Cómo es que sabes mi nombre?"
"Eso es muy fácil" comenzó esta, Ichigo esperó una respuesta concreta, y sí que la tendría.
La chica inclino hacia adelante, apoyando sus rodillas en la mesa y acercándose mucho a Ichigo, al verla tan cerca no pudo evitar sonrojarse un poco, la sonrisa de la chica no desapareció en ningún momento.
"Lo supe por esto" escuchó, vió el como esta pasaba con delicadeza su dedo por sobre el carnet que lo identificaba como miembro de la preparatoria. Naturalmente su nombre estaba escrito allí, visible para todo el que quisiera verlo.
Ella se alejo y él suspiro, sintiéndose aliviado por recuperar su espacio personal. "No hacía falta hacer eso"
"Mmm, yo creo que era absolutamente necesario" debatió esta mientras volvía a tomar su lugar. "¿No hay otra pregunta que quieras hacer? ¿Cómo por ejemplo el por qué llevó este lazo?" preguntó señalando al mismo.
"Yo soy el que hace las preguntas, y el lazo es lo que menos interesa en este momento" la chica lejos de desanimarse, hizo todo lo contrario.
" 'Yo soy el que hace las preguntas' " fue diciendo imitandolo. "Parecías una especie de policía malo como en las películas ajajaja" rió. Aunque a Ichigo no le hizo ningún tipo de gracia.
"¿Cuál es tu nombre?" preguntó sin más.
"¿Mi nombre? parece que tienes un don para hacer preguntas fáciles. Muy bien, mi nombre es- ¿Eh?" abrió mucho los ojos cuándo se dió cuenta de el muchacho ya no estaba en su sitio, con la mirada lo buscó enseguida y dió con el caminando con tranquilidad a través del comedor. Se le acercó lo más rápido que pudo.
"Oye... ¿Por qué hiciste eso?" Ichigo miró sobre su hombro sin detener su caminar antes de contestar, pero lo que vió hizo que se congelara.

Rápidamente volvió su vista al frente. "Maldita sea, ¿Y esa cara?" pensó. Tenía que borrar rápido la imagen de ese puchero de su mente. La chica se dió cuenta de ello y volvió a sonreír, lo siguió dando saltitos por un buen rato.
"Mi primera impresión tuya es que pareces ser un poco cascarrabias, pero a la vez una buena persona que puede tener unos cuantos amigos sin problema" comenzó esta, dándole su pequeño análisis de él mientras caminaban. Él le molesto un poco lo primero que dijo, sin embargo no podía negar que tenía razón. La del lazo al ver que no decía nada decidió seguir.
"Podría añadir que puedes parecer alguien poco sensible, de cierta manera algo tonto" contra todo pronóstico, el chico soltó una carcajada de golpe, lo cuál la confundió.
"Puedo decir que en vez de molestarme, has hecho todo lo contrario por ser tu quién me lo dice" se burló.
"Shi shi shi, ¿Verdad qué sí?" rió esta también. Este siguió su camino. La chica pensó mejor en lo que dijo este, dándose cuenta de algo. "¡¿O-oye, no me estarás diciendo tonta o sí?!" lloró mientras se apresuraba en reclamarle.
"¿Tú que crees?"
"Bueno, de todas formas tienes razón, soy una tonta y... ¡¿Otra vez?!" pensó al ver que había vuelto a desaparecer de su vista, esta vez se lo vió corriendo por el pasillo, y salió en busca de el.
"Es una tonta, lo admitió, eso es mala señal. Ahora solo tengo que escapar mientras aún tengo oportunidad, esto será muy fa-"
"¡Te tengo!" escuchó y por reflejo se apartó del cambio cruzando por otro pasillo, evitando así por muy poco ser atrapado.
"¡Pero que mierda! ¡¿Cómo fue que me alcanzó tan rápido?!" se gritó en su mente. Era imposible que alguien lo alcanzara, o eso creía hasta ahora. Sudo al ver como esta se reincorporaba y lo apuntaba con el dedo.
"¡No subestimes mi condición física, te alcanzaré a como de lugar!" le avisó y volvió a la carga.
Por los siguientes tres minutos seguidos, estudiantes por toda la preparatoria podían a ver a un par peli naranja corretear por todas las instalaciones. Comedor, salones, pasillos, tejado, habían sido avistados por todos estos y estaban sorprendidos, más que todo por como la chica no le perdía pisada a un Ichigo que era un portento físico, y eso no era un misterio para nadie.
Por supuesto el más sorprendido de eso era el propio Kurosaki. No estaba cansado de correr ni mucho menos, pero al dar un rápido repaso de la chica tampoco parecía estarlo, su impresión es que estaba tan fresca como una lechuga.
"Maldición, así no vamos a terminar nunca. Ya comienza a ser irritante" y con eso cruzó a máxima velocidad hacía un pasillo. La chica no tardó en llegar, pero grata fue su sorpresa al ver que no había ni rastros del muchacho por ningún lado, se había esfumado.
"P-pero, ¡¿Qué paso?!" gritó atrayendo la atención de la gente a su alrededor. El buscado la miraba con un suspiro desde un piso superior, trataba de ocultarse lo más que podía, vió como está regreso por dónde vino, y ahí decidió salir.
"Parece que ahora tengo un nuevo dolor de cabeza. Bueno al menos me libre de ella por el momento, debería tomar camino al salón de una vez, no debe faltar mucho tiempo para entrar a la segunda clase" pensó relajado. Con eso con tranquilidad empezó a caminar, hasta que vió algo que casi hace que se le salga el alma, retrocedió un poco, casi que con miedo.
"N-no puede ser. ¡¿Cómo coño es que está aquí?!" se preguntó atónito al ver como la misma chica que lo perseguía estaba frente a él. Sin dudarlo volteó en dirección contraria y empezó a correr a la máxima capacidad que le ofrecían sus piernas, un vistazo rápido le indicó que no estaba siendo perseguido por esta, mejor para él.
"Ese tipo, acaba de saltar 5 metros en el aire..." susurró la chica con los ojos muy abiertos. Lo no se dió cuenta Ichigo es que esta portaba con unos audífonos azules colgando de su cuello.
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"Mierda, no lo entiendo. ¿Cómo fue que llegó tan rápido?" pensó mientras se seguía alejando. Su carrera fue bajando de intensidad poco a poco hasta volver a caminar normalmente. "Puff, de todas formas eso no importa, al fin me libre de- Imposible" ahí la volvió a ver, recostada en una pared a poco menos de 6 metros frente a él. Cruzó hacía otro pasillo, y también estaba allí.
"Sep, definitivamente estoy alucinando" se encontró exactamente cuatro veces con ella, por la cancha detrás de la preparatoria, los pasillos, las escaleras. En todas y en cada una de esas ubicaciones la vió y rápidamente cambió de curso haciendo como si no hubiera visto nada.
A los pocos minutos el timbre sonó, señal de que ya era hora de las clases. Llegó a su salón y se sentó en el lugar de siempre, vió a Fuutarou que como era costumbre estaba al frente de la clase, todo normal hasta el momento. Eso hasta que la puerta del salón de abrió.
"Bien, ya llegó el profesor, debería empezar a sacar las..." ese pensamiento se esfumó en el mismo instante en que vió como una cabellera peli naranja ingresaba al aula.
- Tiempo actual -
"Todo a sido una verdadera locura al empezar esta semana, sin dudas lo que mal empieza mal acaba, dependerá mucho de que tipo de suerte lleve conmigo. Y la verdad la suerte no es precisamente mi punto fuerte" pensaba aún con los ojos cerrados.
"... rosaki"
"Bueno, qué más da, estoy más acostumbrado de lo que debería a que las cosas vayan exactamente a dónde nunca lo pensaría en un principio" siguió pensando.
"... chigo"
"Lo que puedo hacer es seguir adelante, tal vez ahora esto por aquí sea un poco más movido, incluso a mí que me gusta la tranquilidad me haga falta salir de mi zona de confort" termino. Dándose ánimos con ese último pensamiento.
"¡KUROSAKI ICHIGO!" escuchó que lo llamaron casi que con furia, su cabeza dolió por lo que casi salta, más que del dolor, del susto. Observó a su alrededor, todos estaban en sus puestos correspondientes, miró el suelo, y ahí estaba el borrador de la pizarra, lo identificó como lo que lo había golpeado.
"Espera... el borrador en el suelo, soy el único parado en este momento, todos miran hacía mí, el profesor tiene su maldito brazo extendido como si hubiera lanzado algo..." miró al frente, dónde Fuutarou lo miraba con un suspiro. A lado de este se encontraba el profesor con una mirada de muerte.
"¿Otra vez? ¿Hasta cuendo piensas usar tus obsoletos métodos de hace un siglo viejo verde?" preguntó con fastidio, aunque en seguida tomó asiento nuevamente. Le lanzó el borrador al hombre que había imitado la acción de Ichigo, agarró el objeto lanzado con la misma mano que lo lanzó.
"Lo haré cuentas veces haga falta para que entre en tu hueca cabeza. Esta clase de métodos son los que mejor funcionan para estúpidos como tú" dijo fuerte y claro en respuesta, está sacó varías carcajadas de unos cuantos alumnos. Ese profesor parecía ser un hombre de unos 50 años de edad, pero con la energía suficiente como para hacerse cargo de un aula y más que todo de un chico como era el peli naranja.
"Je, hablo la experiencia" susurró Ichigo con burla mientras se acomodaba en su asiento y sacaba su cuaderno de Historia, por supuesto correspondiente a la clase de segunda hora de los lunes. Tenía una especie de amor y odio a dicha materia, resultaba entretenido joder al profesor, al igual que era todo lo contrario que el objeto de insultos fuera más que todo él.
Antes de comenzar, un pequeño pedazo de papel llegó a su escritorio, parecía haber venido de atrás. Volteó a ver a la chica, esta estaba mirando a otro lado, su cara tenía un color medio rojo mientras silbaba un poco.
"Claramente fue ella..." pensó con cara de poker por lo obvia que era. Abrió el papel y leyó lo que decía.
-Shi Shi Shi, parece que eres alguien mucho más rabioso de lo que pensé al principio, eso es impresionante ajaja-
Ichigo no entendió absolutamente nada, ¿Quería burlarse, halagar o provocar? ¿O todo junto? el profesor se había levantado con su semblante de perro furioso a escribir en la pizarra, cuándo estaba a punto de comenzar a anotar otro papel llego a él, esta vez a su cara.
Furioso se lo quito de la cara. "¡Mierda! ¡¿Ahora quién mierda es!?" miró al frente, vió a Fuutarou haciéndole señas para que leyera. Era muy raro, ya lo hacía con sus ojos pegados a unos 5 centímetros del cuaderno copiando como loco. Procedió a leer lo que decía.
-Nos vemos al salir de clase en el lugar de siempre, se me olvidó comentarte algo que es más que interesante-
Alzó una ceja por eso. Si incluso se había molestado en decirle por medio del creyón, entonces debía ser algo muy especial, lo esperaría con ansías.
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El tiempo pasó muy lento a percepción de Ichigo. Las largas explicaciones del que él pensaba ya debería estar jubilado lo hacían perderse, se supone que debía suceder el efecto contrario.
Por otro lado, para Fuutarou el tiempo pasó volando, recogió sus cosas y salió del salón con tranquilidad, dirigiéndose al lugar indicado por él mismo.
Ichigo observó como se retiraba del aula y también lo iba hacer, se aseguró de que mirar a Yotsuba para que no lo siguiera, esta todavía ordenaba sus cosas.
A pasos realmente agigantados llego al comedor y se sentó frente al pelinegro, interesado en lo que tenía que contar.
"Muy bien, ya estamos aquí, ahora dispara" dijo Ichigo. Uesugi obedeció.
"Esta mañana se me olvidó decirte qué, me han ofrecido un trabajo que al parecer pagará muy bien"
"Oh, con qué un trabajo, esa es una buena noticia. ¿De qué trata?" preguntó, esto si era de su total interés. Sin embargo, notó como el ceño del ejemplar estudiante se contraía.
"Aquí es donde se pone algo extraño"
"¿A qué te refieres?"
"Mi padre dijo que tenía un amigo adinerado, que estaba dispuesto a pagar la suma de dinero que haga falta a un buen tutor para sus hijas. Naturalmente me ofreció a mi, pensando en que era el mejor calificado para el trabajo"
"¿Y entonces? ¿Qué hay de extraño en todo eso?" preguntó Ichigo colocando sus brazos detrás de su cuello y recostandose en la silla.
"Ahora voy a ese punto. Mi padre había dicho que ese amigo suyo quería un tutor para 'Sus' hijas, lo dijo en plural. También dijo que se habían mudado recientemente a la ciudad y que ellas estarían en esta misma preparatoria" la mente de Ichigo analizó un momento y comenzó a hablar.
"Espera, nuevas en esta preparatoria, esa chica nueva de hoy..."
"Por eso dije que te sería interesante, te ví varias veces corriendo como loco por todos lados con esa chica corriendo detrás de tí, todo el mundo lo vió más temprano" expuso apoyando sus brazos en la mesa, adoptando una posición aún más pensativa. "Y eso no es todo"
"¿Aún hay más?"
"Así es, y quiero que escuches con atención, se trata de un rumor" este asintió un poco cruzandose de brazos.
"De que trata, nunca me han gustado los rumores, pero adelante" No era muy amigo se los rumores, ya que la mayoría de veces tenían que ver con cosas malas de él.
"Se dice que esas nuevas estudiantes no son unas hermanas normales y corrientes. Sino que son Quintillizas"
"Oh, ya ve- Espera... ¡¿Qunti-qué cosa de qué?" exclamó llegándose una mano a la cabeza, sorpresa era poco lo que sentía, incluso creyó haber escuchado mal.
"Así como lo escuchas, y yo tampoco puedo creerlo de ninguna manera. Debería ser físicamente imposible que un humano pueda traer al mundo a cinco vidas al mismo tiempo"
Ichigo se calmó un poco antes de contestar aquello. "Al parecer tendremos que averiguar un poco del tema" sugirió este con un bufido. El pelinegro asintió y antes de que pudiera responder fue interceptado por otra voz.
"Oigan, ¿No creen que es mejor preguntarle directamente a la fuente de sus preguntas?" eso los alertó a ambos, que miraron en el acto hacía la dirección de dónde provenía la voz. Ahí estaba una chica mirándolos con una sonrisa confiada, sin perder la clase que emanaba.
Continuará...
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