—Ciara, ¿qué vamos a hacer con tu fiesta de cumpleaños? —Sasha dudó un momento antes de preguntarle a Ciara.
—Al escuchar sus palabras, Ciara no supo qué decir por la rabia. Después de un rato, frunció el ceño y gritó:
— ¿Qué más podemos hacer? Claro que no la haremos más. ¿O quieres que encuentre una mansión para mí?
—Yo... —Los ojos de Sasha parpadearon con impotencia, sin saber qué decir.
—Llama un taxi para mí ahora. ¡Quiero ir a casa! —Ciara gritó a Dustin con una expresión molesta.
Después de que Ciara, Sasha y los demás abandonaron la villa, solo Connor y Mina quedaron adentro.
Mina permaneció inmóvil con una expresión atónita, mirando a Connor sentado en el sofá, su cara llena de asombro.
Incluso en este momento, ella no podía creer que él fuera el propietario de esta villa. Y él tampoco se apresuró a explicarle estas cosas. Sabía muy bien que Mina necesitaba algún tiempo para digerir todo esto.