[Secta Divina Kunlun, Arena de Batalla]
—¿Hmm? —Sintiendo un peso pesado sobre su cuerpo, abrió los ojos confundida. Se atrevió a cerrar los ojos frente a su oponente porque, basándose en la minúscula fuerza de él ahora, no podía lastimarla. ¿Quién esperaría eso…?
Mu An Wen enterró su rostro en su blanco cuello. El aliento caliente se esparcía sobre su cuello, su cuerpo entero la presionaba. Podía sentir claramente las perfectas estructuras de su cuerpo.
Vestiduras blancas entrelazadas, sus cabellos negros como la cuerda que los ataba juntos. Su alta nariz y suaves labios apenas tocaban su cuello.
Huang Ying Yue quedó estupefacta y estaba a punto de apartarlo ya que no estaba acostumbrada al tacto de extraños cuando sintió que gotas caían en su cuello. ¿Está llorando? Frunció el ceño.