Kapitel 27: Villano de la época.
```—Esta tarta está demasiado picante —respondió entre tosidos mientras agitaba su mano frente a su boca.
—Me reí divertido, es un pastel de fruta Dama Isabella, ¿cómo va a estar picante? Miren —dije, tomando un bocado de la tarta y metiéndomelo en la boca. Masticándolo lentamente, me aseguré de mostrar mi confusión. Incluso Killian miró a Isabela y luego a la tarta con el ceño fruncido.
—¿Cómo puede ser esto? Si no me creen, pueden probar el mío, Killian —replicó Isabela haciendo una cara de lástima.
—Debe estar bromeando, Dama Isabela. ¿Cómo va a comer el señor futuro duque del imperio de Forchestire la comida que usted ha dejado? Ni yo ni Casio le hemos pedido jamás que haga eso —contesté con voz fría.
—Pero... ugh —tomó un sorbo del vino que tenía en las manos y ahora le sabía más amargo.
La bebida no solo era la más amarga, sino que también tenía un fuerte alcohol. Pronto, ella diría la verdad. Solo tengo que seguir hablándole y presionar más.
—¿Qué te sucede tía Isabela, estás bien? —preguntó Killian.
'Oh, mi pobre niño, preocupándose por la persona que estaba conspirando contra él.'
—Dama Isabela, ¿es alérgica a alguna fruta, al igual que el señor Killian es alérgico a las frambuesas? ¿Tal vez es por eso que se siente así? —pregunté, poniendo cara de preocupación igual que Killian—. O tal vez debería probar de nuevo, quizás fue una ilusión suya anteriormente —dije como si estuviera contemplando opciones. Incluso Killian asintió estando de acuerdo conmigo.
—Pero su alteza, no soy alérgica a ninguna fruta, solo mi hermana y el señor Killian lo son... Está bien —ella quería negarlo, pero al ver nuestras miradas fijas en ella, asintió y reticentemente volvió a tomar el tenedor, con las manos temblorosas llevó un bocado a su boca y pude ver las lágrimas formándose en sus ojos—. ¡Aaahh... picante, está muy picante! —chilló poniendo ambas manos frente a su boca—. ¡Agua, necesito agua! —gritó a las criadas.
Miré a Norma y ella colocó un vaso frente a Isabela con prisa.
Se tragó todo el vaso rápidamente, pero cuando el sabor golpeó su lengua, tiró el vaso al suelo y chilló de nuevo. Pobre chica, no sabía que no era agua sino una medicina muy amarga.
Aunque no haría más que limpiar la garganta, ya que no quería hacerle daño en serio. Su sabor era demasiado amargo, muy pocos pueden soportarlo.
Tuve que hacer un esfuerzo por no reír ya que Killian estaba allí. —¿Qué pasó esta vez Dama Isabela? —le pregunté a la chica que estaba tosiendo y vomitando—. Creo que no te sientes bien, ¿eres alérgica a la piña de alguna manera?
La chica finalmente se dio cuenta de dónde estaba armando un escándalo y controló lo mejor que pudo para parecer serena, pero su cara estaba roja, habló —el agua estaba muy amarga su alteza. Y no he comido piña ahora mismo, incluso si soy alérgica a ella.
—¿Cómo puede tener sabor el agua, Dama Isabela? Debe ser por la tarta de piña que comió aquí —enfatizé otra vez esperando que la bebida hiciera efecto y ella soltara la verdad.
Aunque seguía roja, respondió desconcertada —su alteza, esta no es una tarta de piña, sino una tarta de frambuesa con una mezcla de arándanos.```
—No, Dama Isabela, es una tarta de piña —dije de nuevo, incluso Killian asintió esta vez.
—¿Cómo puede ser, la piña no es tan picante? —se mantuvo firme a su punto secándose la boca como si eso la ayudara a disminuir la amargura que la hacía sentir incómoda.
—Incluso las frambuesas no son picantes, Dama Isabela. Me pregunto por qué está tan segura de que es una tarta de frambuesa —pregunté de nuevo, está tan cerca de decir la verdad.
En condiciones normales, se habría dado cuenta de lo que estaba pasando y se habría quedado callada, pero justo ahora estaba borracha y agitada por el sabor amargo y algo desconcertada también.
—Sé que es una tarta de frambuesa porque fui yo quien le pidió al chef que la hiciera —dijo en un estado de confusión.
—Sí —quise aplaudir justo allí. Pero me controlé mordiéndome los labios, mi cara se puso roja por contener la risa, pero los demás lo interpretaron como mi ira.
Incluso los ojos de Killian se abrieron de par en par por un segundo antes de volver a una expresión impasible, su rostro sereno ahora parecía más peligroso mientras miraba a su tía, —¿por qué hiciste eso? —preguntó con voz helada.
Sólo entonces Isabela se dio cuenta de lo que había dicho, sus ojos se abrieron mientras el pánico la invadía más, —Quiero decir, yo... yo quería comer la tarta, Killian.
Ella dio la excusa más absurda que ni los tontos creerían, y menos aún Killian que ya había entendido todo.
—¿Incluso sabiendo que Killian es alérgico a eso? —pregunté echando más leña al fuego, a mi estilo villanesco.
Se mordió los labios ya que no tenía respuesta para eso. Se le llenaron los ojos de lágrimas mientras miraba a Killian con lástima, —Killian, cariño.
Él levantó una mano deteniéndola para que no hablara más, —Creo que no te sientes bien, tía Isabela. Deberías ir a descansar —respondió sin emociones y mucho menos preocupación.
—¡Ja! Eso es —. Castígala, Killian —quise rugir pero me mantuve en silencio.
—Pero Killian, yo... —ella habló una vez más pero Kilian la interrumpió.
—Martha —, llamó a su jefa de sirvientas.
—Sí, señor Killian —, ella se inclinó acercándose.
—Escolta a la Dama Isabela a su carruaje —ordenó y continuó comiendo su tarta.
Isabela no tuvo más opción que seguir a la criada, se mordió el labio y salió dándome una mirada fría.
Yo simplemente me sacudí el cabello en respuesta, —como si tuviera miedo de una insignificante como tú. Soy el villano más grande de esta era .
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