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Nan Hua miró a Shangguan Die por un momento y luego asintió. —Le deseo éxito, Primera Joven Señorita Shangguan.
Shangguan Die rió entre dientes. Miró a Nan Hua alejarse antes de reclinarse en su asiento. Cuando hablaba con Nan Hua, había momentos en que creía estar frente a alguien como su abuelo. Pero pensando en su propio abuelo y en lo que él podría hacer, sentía que estaba alucinando.
¿Cómo podría ser que una joven ejerciera la misma presión que su abuelo, quien era un veterano de guerra?
Pero había una parte dentro de ella que se sentía así cuando veía la mirada ocasional que Nan Hua le dirigía. Incluso hasta ahora, no podía adivinar en absoluto qué pasaba por la mente de Nan Hua, y eso siempre la perturbaba.
—Señorita, es hora de descansar. —dijo una voz.