"Gracias por su ayuda, Kurama-sama" - dijo el viejo sabio del clan de los lobos.
La batalla había terminado tan abruptamente como había comenzado.
"No es nada" - respondió Kurama mientras negaba con la cabeza - "En fin, si necesitan ayuda, siempre pueden preguntarme, ahora si me disculpan, tengo que hacer alguna cosas"
"Nuevamente, le agradezco por su ayuda, ahora que las aves del paraíso han sido aniquiladas, nuestros jóvenes pueden salir sin miedo a ser cazados" - sonrió el viejo sabio mientras Kurama notaba como un grupo de cachorros de lobo junto a unos niños se asomaban desde las cuevas con miradas curiosas.
"Bueno, nos vemos" - asintió Kurama antes de salir del lugar.
"No esperaba que nos ayudara sin que se lo pidiéramos, o sin pedir nada a cambio" - dijo el viejo lobo mientras negaba con la cabeza.
"Supongo que todavía hay buenas personas en este mundo, y no solo monstruos que desean someter todo lo que está en su territorios" - musitó un hombre lobo mientras negaba con la cabeza - "En fin, creo que es mejor que vayamos a informar a los demás sobre las buenas noticias"
"Tienes razón" - asintió el viejo lobo mientras el grupo entraba a las cuevas, aunque por dentro, él estaba empezando a preguntarse si tal vez Kurama podría darles asilo en su aldea, después de todo, las condiciones de vida de ese lugar eran mucho mejores a unas simples cuevas, sin contar que así podrían evolucionar sus costumbres y ser mucho más civilizados. Él había ido a las ciudades humanas cuando todavía podía tomar una forma humana, es por eso que sabía que la forma de vivir de Kurama, era muy similar a la de ellos.
* * * * *
"Veo que has regresado" - dijo Kikyo mientras miraba al hombre de cabello plateado - "Sinceramente, no estoy sorprendida de que tomaras tan poco tiempo para poder eliminar a todos esos monstruos"
Kurama solo sonrió en respuesta, aunque su expresión cambió ligeramente porque recordó un detalle que había olvidado.
"¿Sucede algo?" - preguntó Kikyo mientras levantaba ligeramente una ceja.
"Sí, tengo que enviar a Kagome de vuelta al futuro" - respondió Kurama con calma.
"¿Mi otro yo?" - preguntó Kikyo mientras fruncía ligeramente el ceño - "¿Crees que pueda ir con ustedes? Me gustaría saber un poco más sobre el futuro, y tal vez así poder descubrir qué es lo que deseo para poder conseguir mi felicidad"
Kurama se quedó en silencio unos segundos antes de asentir - "Ok, aunque vamos a tener que ser un poco más discretos porque no quiero que te encuentres con Inuyasha, al menos no todavía"
"Tranquilo, tampoco deseo reencontrarme con él, más que nada porque no quiero que los sentimientos de mi primera vida me sigan confundiendo" - respondió Kikyo mientras negaba con la cabeza - "Me siento extraña al pensar en él, como si quisiera estar a su lado, pero al mismo tiempo no quisiera tener nada que ver con él"
"Es la contradicción de los sentimientos de tus dos vidas, Kikyo quiere estar con Inuyasha a pesar de su pasado, mientras que Kagome no tiene ningún sentimiento por él y solo quiere vivir su vida en paz" - respondió Kurama con calma - "Estoy seguro de que pronto descubrirás lo que deseas"
"¿Vamos?" - preguntó Kikyo, quien honestamente no quería seguir hablando del tema.
"Vamos" - asintió Kurama mientras desaparecían de la aldea, aunque no sin antes dejar un clon con un sello de chakra para que no desapareciera durante su pequeña estadía en el futuro.
* * * * *
"Bueno, al menos salimos con vida y sin un rasguño" - dijo Yura mientras asentía con calma, aunque su expresión cambió a una de sorpresa cuando vio cómo Inuyasha empezaba a cavar una tumba para la Muonna - "¿Algo que tenga que saber?"
"Ella, la Muonna, se sacrificó para salvar a Inuyasha del ataque de Sesshomaru a pesar de que sabía que moriría" - respondió Kagome con una expresión oscura.
Inuyasha no dijo nada al respecto, él solo puso los restos de la mujer Yokai sobre un montón de ramas secas antes de pedirle a Kagome que les prendiera fuego, después de todo, él sabía que dejar los restos de un Yokai sin supervisión, solo causaría problemas futuros.
El grupo vio como el cuerpo de Muonna empezaba a lentamente consumirse por las llamas mientras el pequeño Shippo usaba uno de sus trucos para poder guardarlas en un pequeño frasco.
"Ya veo" - asintió Yura mientras negaba con la cabeza - "No todos los Yokai son malos, hay muchos que solo cumplen atrocidades porque están obligados a hacerlo"
Inuyasha no respondió, él solo miró las cenizas antes de darse media vuelta y caminar donde Myoga para preguntarle si había algo más que tuviera que saber sobre su padre.
"Amo Inuyasha, Tetsusaiga es una espada que fue creada con el único objetivo de proteger" - dijo Myoga mientras miraba al joven Hanyo.
"Eso ya me lo dijiste" - suspiró Inuyasha con irritación.
"Sí, pero no le dije qué es lo que había que proteger" - respondió Myoga mientras miraba a Kagome - "Tetsusaiga fue hecha con el colmillo de su padre, con el único objetivo de poder defender a su madre, en otras palabras a un humano"
"¿Dices que mi espada solo libera todo su poder cuando es usada para defender a los humanos?" - preguntó Inuyasha con sorpresa mientras por fin comprendía que su padre no había sido tan horrible con su madre como él pensaba en un principio, lo que hacía que estuviera mucho más confundido.
Myoga solo asintió a sus palabras, aunque su expresión cambió a una seria cuando sintió una poderosa aura volar con el viento. Lo primero que pasó por su mente, fue que Sesshomaru todavía estaba por la zona, aunque rápidamente descartó esta idea porque si bien Sesshomaru era poderoso, no se comparaba con el poder que irradiaba esta extraña aura que parecía ser una mezcla de Yokai y la Naturaleza.
Inuyasha tembló ligeramente mientras sentía cómo su respiración se detenía por unos segundos porque comprendió de inmediato qué era lo que estaba sucediendo.
La expresión de Yura también cambió a una de emoción mientras el pequeño Shippo le preguntaba qué era lo que estaba sucediendo.
"Mi maestro está por llegar" - respondió Yura mientras Kagome miraba alrededor con sorpresa.
Shippo todavía estaba un poco confundido, aunque rápidamente recordó que el supuesto maestro de Yura era un Kitsune Daiyokai. Él intentó preguntar algo más, cuando sintió como el viento empezaba a rugir con fiereza.
Lentamente, Shippo levantó la mirada, y vio como un apuesto hombre de cabello plateado los estaba mirando desde el cielo. Él estaba sentado en una especie de nube y tenía una pequeña sonrisa en su rostro.
Shippo tembló ligeramente porque podía sentir como instintivamente quería arrodillarse frente a este hombre en señal de sumisión porque era obvio que estaba ante un ser superior, uno mucho más fuerte que Sesshomaru.
Myoga estaba temblando porque lentamente recordó esta sensación, era como estar frente a un furioso Inu no Taisho, pero esto era mucho peor porque era obvio que este hombre no estaba mostrando ninguna emoción hostil.
"Kurama-san..." - dijo Inuyasha mientras entrecerraba los ojos y observaba detenidamente a la persona que quería impresionar para que lo reconociera.
"Veo que te has hecho un poco más fuerte desde que nos vimos por última vez, e incluso has conseguido un arma interesante, aunque todavía no es suficiente, chico" - dijo Kurama mientras entrecerraba los ojos - "Necesitas demostrarme más de tu determinación si quieres que te dé la información que deseas lo antes posible"
Inuyasha se mordió el labio antes de apretar los dientes con furia porque no le gustaba la mirada que Kurama le estaba dando. Era como si él estuviera decepcionado de él, y no era como si pudiera culparlo luego de haber hecho llorar a Izumi.
"Maestro" - dijo Yura mientras se arrodillaba.
Kurama sonrió ligeramente mientras creaba una escalera de nubes y bajaba de su "trono" - "Has hecho un buen trabajo, Yura, supongo que tendré que recompensarte luego"
"Sus palabras son recompensa más que suficiente, maestro" - respondió Yura con emoción porque podía notar que su señor estaba muy satisfecho con su trabajo.
"Luego hablaremos de esto, ahora tengo algunas cosas que hacer con Kagome" - dijo Kurama con calma.
"¿Algo que hacer conmigo?" - repitió Kagome con el rostro rojo.
Kurama encontró esto divertido, aunque rápidamente le explicó el motivo de su regreso.
"¡Cierto, tendría que haber regresado al futuro dos días atrás!" - exclamó Kagome con el rostro rojo.
"Sí, es por eso que he decidido que es tiempo de que regresemos a la aldea, cuando regresemos al futuro hablaremos de algunas posibles soluciones para esta situación, porque es obvio que no podremos seguir con esto por mucho más tiempo" - respondió Kurama mientras negaba con la cabeza - "Es obvio que tus aventuras en esta era serán incontables, es por eso que estoy seguro de que el tiempo en que pasarás en este lugar será mayor, al menos hasta que encontremos una solución definitiva"
Kagome se mordió el labio cuando escuchó esto porque sabía que las palabras del Kitsune Yokai eran ciertas. Ella había perdido la noción del tiempo con sus últimas aventuras y solo recordó que tenía que regresar cuando Kurama se lo dijo.
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[Origen] Cap 716 <--- Disponible en Pa treon.
[La Leyenda del Kyubi: Vol 4] Extra 19(50) <--- Disponible en Pa treon.