Sofía
Estoy mirando a Tiago desde un sillón mientras cómo mi helado.
-Mira, el trato que te ofrezco es que te cases conmigo por un año, si finges ser mi esposa por un año yo haré realidad todos tus sueños, eso si, estará todo bajo un contrato- me dice y yo como más helado y niego.
-No quiero casarme- le digo y el suspira.
-Será de mentira- me dice agitando las manos.
-Haber te explico- le digo y dejo el helado a un lado- no conoces a mi familia, yo ahora estoy de fuga y no saben que ayer terminé con mi novio con el cual he estado por 4 años, que actualmente es mi ex prometido y mucho menos que terminamos porque lo encontré en la cama con mi hermana que es un año menor que yo- le digo y luego de doy cuenta que le conté a un desconocido lo que sucedió ayer.
-Lo siento mucho- le dice el y me mira arrepentido por la propuesta pero luego sus ojos brillan- piénsalo de esta manera, yo necesito una esposa para que mi familia deje de presionarme y tú ganarás un esposo con el que te puedes vengar de todo lo que te hizo tu ex, yo puedo hacer que el se arrepienta de lo que te hizo- me dice y eso suena tentador. ¿Y si acepto? ¿Que es lo peor que puede pasar?
Pero no lo conozco, hay ya estoy dudando.
-¿Pero todo será mentira verdad?- le pregunto y el asiente con una sonrisa triunfante- pero no lo sé.
-¿Por qué dudas tanto? Solo será un año- me dice y me lo pienso. ¿Qué dirá mi familia? Bueno, no es que me importe su opinión pero, ¿que tal el abuelo? ¿Que dirá el?
-Porque yo tengo a mi abuelo, ¿que pensará el? Se puede decepcionar de mí- le digo, el me mira y suspira.
-Pues que tal así, yo iré a hablar con tu familia, todo será real para los demás, sin contrato ni nada, y cuando uno de los dos quiera el divorcio simplemente lo pide- dice el y suena fácil pero se que no lo es.
-¿Y el plazo de tiempo?- le pregunto.
-Sin plazo- dice y yo asiento.
-¿Y como será todo?- pregunto.
-Pues todos tienen que creer que nos queremos, tiene que ser lo más real posible- me dice y asiento.
-digamos que acepto, ¿que gano?- le pregunto y el ríe.
-Ganas ser la joven señora de la familia Navarro- me dice como si fuera la gran cosa.
-¿Y eso que?- le pregunto y el me mira incrédulo.
-Muchas matarían por eso- me dice.
-Pero yo no soy una de esas muchas- le digo cruzándome de brazos.
-Ok, conseguirás todo lo que quieras- me dice y eso si me gusto.
-Ok, tenemos un trato- le digo y extiendo la mano, el sonríe como el gato de Alicia.
-¿Y que es lo que quieres?- me pregunta y yo sonrío.
-En realidad nada, solo quería saber que obtendría- le digo y el pone los ojos en blanco.
-¿Nada?- pregunta sorprendido.
-No, ya haces mucho por mí, cuando vuelva les diré que termine con Leo y unos días después tú vas y hablas con ellos, ya me ayudarás mucho ya que no los voy a tener encima queriendo controlarme- le digo y el asiente.
-Ok, si eso es todo volveremos juntos, quiero que cuando llegues de una vez hables con tu familia para que tres días después yo pueda ir y pedir tu mano- me dice, yo asiento y me levanto para irme.
-Claro, adiós- le digo caminando a la salida.
-¿A dónde vas?- me pregunta y yo lo miro por encima mi hombro.
-Voy a mi habitación, tengo sueño- le digo y salgo de ahí. La verdad no sé qué hice, tampoco sé si está bien o mal pero por ahora creo que es lo mejor, esto me ayudará a quitarme a mis padre y a Rosa de encima y le enseñaré una buena lección a Rosa, una que nunca se le olvidará, ya estoy cansada de que quiera jugar conmigo y luego me deje como la mala a mi, ella me va a conocer, solo tengo que tener paciencia.