Con determinación, Tyra habló —Quizás fracasé al intentar matarte una vez. Pero veamos si fallaré de nuevo.
—¿Una vez? —se burló Ámbar—. Te dije que habías intentado matarme tres veces. Y has admitido que me has matado un millón de veces en tu cabeza porque eso es hasta donde puedes llegar.
—¡No. Digas. Eso! —Tyra dijo antes de apuntar con el extremo afilado de la horquilla a Ámbar con ambas manos.
—Si hay alguien capaz de matar a alguien en esta habitación, soy yo. Pero ¿sabes por qué no lo haré? —Ámbar le preguntó mientras daba el primer paso hacia Tyra, haciendo que esta retrocediera hacia atrás por el miedo mientras todavía apuntaba la horquilla a Ámbar.