—Nuestros... ¿cachorros?
—Mhm —Cisne apoyó su cabeza en su hombro y murmuró—. ¿Qué harías si tienes cachorros en tu vejez? ¿Los dejarías ser? Probablemente les llevaría mucho tiempo igualar la fuerza bruta que tenías en tu apogeo.
—Aún no tenemos cachorros, así que nunca lo había pensado, al menos no ahora —dijo Gale—. Miraba a Cisne con una mirada hambrienta, pero Cisne no podía verlo debido a la venda de Gale.
Así, ella continuó su narrativa para que Gale se preocupara más por el futuro de su reino.
—Pero, ¿y si tenemos muchos cachorros con nosotros en el futuro? No quiero que dependan solo de ti. Cuando llegue el momento entre nosotros de pasarles el reino, quiero que sean capaces de liderar con fuerza e inteligencia —articuló Cisne—. Honestamente, ella solo decía esto porque quería que Gale comprendiera la urgencia de construir su reino correctamente, para que durara cientos de años, como Santa Achate.