Después de que la cuenta de que Song Shuhang fuera silenciada por Verdadero Monarca Huang Shan, el pekinés Doudou no podía seguir escribiendo con felicidad. Por lo tanto, se aburrió y se bajó del escritorio del ordenador.
Después, se subió a la cama de Song Shuhang para entonces comenzar a rodar de un lado al otro. Pero, desde el momento cuando comenzó a rodar, nunca se detuvo, ni si quiera por un momento.
Song Shuhang lo miró con cuidado por un largo tiempo… ese perro monstruo Doudou en verdad era un pekinés, ¿pero por alguna razón estaba relacionado con huskies? ¡Ese nivel de energía era simplemente demasiado alto!
Después de rodar en la cama por un largo tiempo, el pekinés Doudou de repente se levantó. Miró hacia Song Shuhang con una mirada seria y le dijo.
—*Tos, tos*. ¡Pequeño amigo Song Shuhang, desde hoy en adelante cuidare de ti!
Song Shuhang forzó una sonrisa y le contestó.
—Gracias.