—Jeje, ¿Por qué necesitaría rostro? Reputación… ese tipo de cosas no pueden ser consumidas. También… —Song Shuhang apuntó hacia su boca en un ángulo en el que el monje del oeste no pudiera verlo, él habló sin hacer sonidos hacia Maestro del Altar—, No soy un sénior. Soy un estudiante ordinario de universidad. La información que obtuvieron tus subordinados era real.
Song Shuhang siempre había sentido que mentir era una mala conducta.
Sin embargo, cuando gente vivía en este mundo, era difícil a veces evitar ocasiones en las que uno tuviera que mentir, sería mejor explicárselo a otros. Uno debía comportarse con integridad y tratar a los demás cándidamente. ¡Esta era la confianza básica entre personas!
—¡Pu! —La mitad superior del cuerpo de Maestro del Altar tembló, él estaba tan enojado que escupió sangre por la boca.