El grupo de guerra se había detenido y había montado el campamento. El APC de Sunny estaba aparcado dentro del perímetro defensivo, y él estaba tranquilamente preparando la cena. Parecía extraño estar haciendo algo tan mundano al borde de un evento que tenía el potencial de alterar el curso de la historia, pero... Tenía hambre.
El hambre era mucho más poderosa que las fuerzas que moldeaban la historia.
—Ah. Extraño a Rhino... —murmuró.
El vehículo blindado que los Guardianes del Fuego habían usado no era para nada barato, pero sus comodidades eran bastante básicas. No había ni siquiera una cocina integrada, solo algunos dispositivos para almacenar y preparar alimentos.
Aun así, era bueno improvisando.
Mientras Sunny cocinaba, repasaba mentalmente lo que había ganado desde que llegó a la Antártida, y lo que podría utilizar si lo peor sucediera y los dos grandes clanes chocaran en una batalla sangrienta.