Xing Li había enloquecido.
Teniendo a Nian Xiaomu a la vista, ella había perdido todo el sentido de racionalidad mientras seguía profiriendo cualquier tipo de insultos venenosos que se le ocurrían contra Nian Xiaomu.
Aparte de maldecir e insultar a Nian Xiaomu, Xing Li no estaba suministrando ningún detalle de utilidad acerca de los acontecimientos del incendio.
Nian Xiaomu se mordió los labios y trató de procesar los detalles mientras escuchaba a Xing Li culparla por provocar que sus padres murieran quemados al tratar de salvarla a ella.
Si lo que había dicho Xing Li era verdad, entonces ella había estado lejos de la Familia Xing por una década.
Xing Li siempre había asumido que ella estaba muerta.
Por eso fue que nadie intentó buscarla…
Sin embargo, cuando ella se despertó en el hospital hace tres años, Tan Bengbeng le había dicho a ella que su nombre era Nian Xiaomu.
Nian Xiaomu llevaba una tarjeta de identidad con ella.