Los besos apasionados llovieron sobre Nian Xiaomu como copos de nieve.
Antes de que ella pudiera protestar, sus labios estaban sellados.
Luego, el vestido que ella llevaba puesto se le quitó de alguna manera...
Los ojos de Yu Yuehan se oscurecieron cuando él se detuvo para saborear su apariencia semidesnuda. Era como si él la hubiese despojado intencionalmente hasta la mitad de su cuerpo.
—Yu Yuehan... —Nian Xiaomu intentó cubrirse ansiosamente, pero no sabía dónde posar sus manos.
Abatida por la timidez y la mortificación, ella se enterró en sus brazos.
La expresión tímida en el rostro de Nian Xiaomu causó que los tensos nervios de Yu Yuehan colapsaran.
Usando sus grandes manos para arrancar el vestido que todavía estaba adherido a su cuerpo, él se inclinó hacia ella...
*TocToc*
Yu Yuehan se congeló.
Fue sólo por un segundo, y luego él ignoró el sonido.