Ante sus palabras, Yu Yuehan tomó la mano de Nian Xiaomu, se levantaron y salieron del comedor.
Una vez que se sentaron en el sofá, Nian Xiaomu se levantó súbitamente.
Aunque ella tenía un espíritu intrépido, la idea de recibir una propuesta de matrimonio la hizo perder la calma.
—¿Por qué estás nerviosa? —Yu Yuehan se estaba riendo al verla actuar con los nervios de punta y aprensiva.
Él le dio golpecitos suaves en la punta de la nariz con la yema de su dedo y la sentó en el sofá de nuevo. Le quitó la caja al mayordomo, se la colocó en la mano a ella y le dijo: —Míralo.
—...
Cuando Nian Xiaomu se colocó la caja en su mano, ella sintió una fiebre por la emoción.
Tragó grueso y, justo cuando sintió que su corazón estaba a punto de saltar de su garganta, reunió todo su coraje para abrir dicha caja.
¡Sus ojos se entrecerraron cuando vio lo que había adentro!