Mientras Shangxin terminaba su frase, un ruidoso resuello sonó de forma instantánea en el departamento de relaciones públicas.
¡Todos los presentes estaban estupefactos!
Shangxin, quien usualmente no aceptaba ningún trato de promoción, de verdad había aceptado el trato con su compañía.
Ye Mingmin miró en blanco y no volvió a sus sentidos durante varios segundos. No obstante, Shangxin no pareció preocuparse por eso y estrechó las manos de Nian Xiaomu con firmeza.
—Nos encontraremos de nuevo pronto. No hace falta que me muestren la salida.
—Puede que haya reporteros en la puerta principal. Le pediré a la secretaria que los acompañe a todos ustedes por la puerta de atrás —replicó Nian Xiaomu sin tardanza.
—De acuerdo —Shangxin asintió con la cabeza. Sin embargo, todavía parecía tener algo que decir cuando, su agente, quien estaba a su lado, susurró algo en su oído.