Wen Yadai le consiguió a Nian Xiaomu un traje ejecutivo en el último minuto. Con su cabello recogido, se veía limpia y experimentada.
Al principio, su cara (con facciones delicadas)dio indicios de nerviosismo al entrar en la sala de reuniones, pero pronto se habituó a la situación.
Con su figura delgada (mirando al frente del proyector) explicó los aspectos más destacados de la propuesta de una manera calmada y sosegada.
En circunstancias normales, ella parecía un zorrillo astuto debido a sus ojos ingeniosos y sus cejas dobladas. Sin embargo, en ese momento, ella revelaba un aura fuerte y formidable. Tanto así que su mirada transmitía algo de ese poder.
Mientras estuvo allí, se convirtió en el centro de atención de todos los presentes.
Se sentía muy segura. Brillaba con salud y vigor.