—Me mentiste otra vez
Mientras Nian Xiaomu estiraba con calma sus piernas, ella le lanzó una mirada un poco fría a Xing Li y le dijo con indiferencia: —La última vez le dijiste a Fan Yu que Xing Fang era a quien le encantaba perseguirme a todos lados, pero, por el contrario, ahora dices que los niños vestidos de negro eran los que perseguían ¿Crees que aún creería tus sandeces?
—Xing Fang, es Xing Fang. A esa zorra también le debía gustar el Joven Amo Fan, y entonces ella te persiguía en secreto todo el tiempo… no, ella no tenía puesta una vestimenta negra, su vestido era igual al mío. Mami me había comprado el vestido, pero ella dijo que le gustaba y se compró uno para ella.
La expresión de Xing Li se volvió pensativa.
Era como si ella estuviese empezando a dudar también.
—Era Xing Fang. No, no era Xing Fang, esa persona no se parecía a Xing Fang… pero Xing Fang era la que te perseguía…