«¿Qué demonios...?», pensó el espíritu, totalmente atónito.
No, el shock ni siquiera comenzaba a describir las abrumadoras emociones que lo atravesaban.
Había estado muerto durante siglos, atrapado dentro de la arma viviente. En su época, a pesar de toda su confianza y creencia de que sería diferente a los otros portadores, había sido la cuarta prueba la que finalmente lo mató.
Durante esos largos años, había visto a innumerables portadores intentar la cuarta prueba. Nunca se había ofrecido voluntario para guiar a nadie. ¿Por qué? Porque realmente creía que nadie podría pasar la cuarta prueba cuando incluso él había fallado.
Pero eso cambió cuando Cedric comenzó a hablar sobre Atticus.
Cada espíritu dentro de la katana había estado intrigado, curioso por ver a este chico por sí mismos. Él no había sido diferente.
Das könnte Ihnen auch gefallen