—Incluso si el plan no está fijo, al final serás tú la ganadora —dijo Han Zhuoli, ocultando su sonrisa.
Lu Man se quedó helada.
¿Qué quería decir con eso?
No podía ser que... él fuera a —tal como ella lo había entendido— ayudarla descaradamente a hacer trampa?
Lu Man negó con la cabeza furiosamente. No, definitivamente no. ¿Quién era ella para que Han Zhuoli la ayudase?
Era consciente de sí misma y sabía que no tenía nada valioso como para que Han Zhouli la ayudara tanto.
Sin embargo, en el siguiente momento, Han Zhuoli dijo:
—De cualquier modo, pase lo que pase, siempre te elegiré a ti.
De repente, el cerebro de Lu Man explotó espectacularmente. Sus labios temblaban, sus palabras se repetían continuamente en su mente.
No obstante, cuanto más lo pensaba, más sentía que las palabras de Han Zhuoli estaban cargadas de significado.
La forma en que hablaba sonaba como... como si la prefiriera a ella sobre cualquier otra persona.