Ye Xiu... Ye Xiu...
Los fanáticos de Tyranny miraron fijamente al bastardo en silencio. No lo abuchearon, pero obviamente no iban a aplaudirlo. No tenían idea de que hacer en este momento. Incluso los fanáticos de Happy que vinieron a apoyar a su equipo se vieron afectados por esa atmósfera. Los fanáticos de Tyranny no estaban acostumbrados a un estadio de Tyranny en silencio, no sabían que hacer.
—¿Todo el estadio se quedó sin palabras al ver la habilidad de Ye Xiu? —suspiró Pan Lin.
Nadie cuestionaba las habilidades de Ye Xiu.
Ni siquiera los fanáticos de Tyranny. Quizás se sentirían asqueados por Ye Xiu, pero admitirían que era muy hábil. Tal vez, en sus corazones, Ye Xiu era el mejor. Después de todo, solo el mejor tenía las calificaciones para hacer que Tyranny lo odiara por diez años.
Sus mayores derrotas habían sido a manos de Ye Xiu. Pero al mismo tiempo, sus mayores alegrías también habían venido de él.