Iris recordaba a este anciano, aunque no lo había visto por más de dieciséis años. Era el hombre del mercado negro. El viejo, calvo y ciego.
La última vez que lo vio fue durante la guerra con Decrático. Él le habló de la luz que provenía del Serafín. La luz que ella tenía, que guiaba cada alma hacia ella.
No recordaba su nombre, si es que alguna vez le había preguntado y Lou la llevó donde él.
—Puedes preguntarle —Lou se sentó en la silla y se sirvió una bebida y algo de comer.
Después de la guerra, Iris realmente no le prestó atención, porque pasaron muchas cosas y mucha más gente murió.
Iris ni siquiera lo recordaba hasta ahora. Aunque lo hubiera recordado, asumiría que había muerto durante el masivo ataque, donde más de la mitad de la población de los cambiaformas se esfumó.
—Oh, la mujer brillante... —Él la saludó en idioma Andel.
Así fue como la llamó hace años. Aún lo recordaba a pesar de que habían pasado los años.