Más y más gente se dedicaba a los bienes raíces, y Barón estaba apurado por conseguirlos.
—¡Lo tengo! —gritó al comprar otra propiedad—. ¿Pero por qué hay un límite de compra para las áreas comerciales?
Angelo miró su panel y señaló un texto.
—¿No viste el número? Solo hay un máximo de diez por cada tipo de edificio —dijo.
—Eyyy… —Barón murmuró, decepcionado. Sin embargo, esto no era malo, ya que de todos modos no debería poner todos sus huevos en una sola canasta.
—De todos modos, 3 meses son eximidos, ¡empezaré mi negocio ahora!
Más y más gente llegaba al Centro del Pueblo y más y más pitidos y cha-chings se oían en sus oídos.
Frunció el ceño, por mucho que le gustara el sonido, era demasiado distractor. Cambió las notificaciones y ahora solo permitía cosas relacionadas con el dinero de 50 oro o más.
Mientras examinaba el panel, vio que Sheila y Harold habían comprado cada uno un edificio comercial con el pago de Barón.