Habiendo llegado a una fuente, Aria se maravilló de que algo tan bello existiera en la ciudad. Argonaut le recomendó realizar un hechizo de buena suerte. Ella decidió seguir su consejo y se molestó al enterarse que era uno para jurar amor eterno, enfureciéndose aún más al enterarse que era solo invento suyo. Ante su molestia por ser engañada, él cuestionó que hubiera un problema con ello, comentando que ese era un recuerdo solo de ellos e incluso si Aria no era su verdadero nombre esa memoria lo era. Al notar que nuevamente la gente a su alrededor estaba poniéndose celosa, Argonaut optó por irse una vez más.
Una vez se detuvieron, Aria se sorprendió por cuanto había corrido y hablado ese día, preguntándole a Argonaut como podía provocarle tantas emociones, a lo que animadamente respondió que era su destino Esto ocasionando que Aria pusiera una expresión sombría y mencionara que odiaba el destino, por lo que él optó por corregir sus pablaras, diciendo que había sido simplemente inevitable. Continuó diciendo que incluso si había sido una coincidencia él de todas formas la habría encontrado, finalizando con un juramento de que nunca olvidaría ese día ni dejaría que estuviera sujeta por el destino. Ella dijo que parecía un persona de ficción y se rio cuando él comentó que no era la primera en decir eso.
Argonaut señaló que por fin había sonreído y dijo que esperaba que siguiera haciéndolo. Le preguntó si podría quedarse con él un poco más, sin embargo, fueron interrumpidos por Elmina, quien le dijo a Ariadne que debía volver al castillo. Argonaut trató de luchar con ella, pero fue fácilmente derrotado. Ariadne le dijo que no debía pelear con ella, revelándole que era la asesina personal del rey, hermana de Olna y expulsada de su tierra natal. Argonaut preguntó sobre esto último, a lo que Elmina simplemente respondió que mató mucha gente, agregando que él se volvería parte de su lista.
Por suerte para él, antes de que ella pudiera atacarlo, Feena usó Flare Burn, obligando a Elmina a esquivarlo y bloqueándole el paso. Los caballeros pronto llegaron al lugar y rodearon el distrito por ordenes de Elmina para evitar que escaparan. Ya lejos del lugar, Feena curó a su hermano usando su magia Light Heal. Tras ello le preguntó que intentaba hacer, consciente de que esa chica era la princesa y recordándole que su misión era devolverla al castillo. Ella trató de razonar con él pero finalmente accedió a ayudarlo.
Pese a la gran cantidad de enemigos en su camino, los dos hermanos lograron abrirse paso hasta que llegaron Yuri y Garms, quienes cuestionaron sus acciones. Feena trató de pedirle ayuda a Yuri pero él se negó, indispuesto a perder la oportunidad de su tribu. Por su parte, Garms, al ver la situación y resolución de Argonaut, decidió matarlo él mismo en vez de dejar que los soldados o demás candidatos lo hicieran para por lo menos darle una muerte honorable. Después de que los dos fueran derrotados Elmina fue por Ariadne y le ordenó a los soldados que acabaran con Argonaut y Feena. Ante esto, Ariadne ordenó que los liberaran a cambio de que volviera al castillo, amenazando con suicidarse si no lo hacían.
No teniendo otra opción, Elmina obedeció su orden. Argonaut intentó desesperadamente convencerla de no darse por vencida pero en su lugar Ariadne respondió agradeciéndole por todo y despidiéndose.
Al día siguiente, el rey llamó a todos los candidatos a héroe para hablar con ellos. Los felicitó por cumplir su primer trabajo y, pese a sus acciones, perdonó a Argonaut por su rebeldía según el deseo de Ariadne. Cambiando de tema, les informó que un ejercito enemigo se estaba acercando a la capital y les ordenó enfrentarlo, prometiéndoles que el que volviera sería nombrado héroe.
Más tarde, Ryuulu se sentó junto a Feena en el almuerzo. Las dos comenzaron una discusión sobre las ordenes del rey a la que pronto se unieron Garms y Yuri. La Elfa se sorprendió de que estuvieran en buenos términos después de haber peleado entre ellos. Garms comentó que los Enanos eran simples y tomaban y comían con quienes aprobaran mientras que Yuri mencionó que prefería estar con ellos que con los demás candidatos. Garms agregó que podían irse si Feena tenía un problema con ello, lo que ella negó. Además, dijo que quería hacerles una pregunta, la cual era sobre su motivo para volverse héroe.
El Enano reveló querer recuperar su tierra natal, Rhondda, de los monstruos que la habían atacado. Para ello, quería pedirle sus soldados al rey, algo por lo cual estaba dispuesto a servirle para ganar su confianza. Feena siguió con Ryuulu, quien le recordó que ya le había dicho que solo estaba allí para hacer canciones. Garms dijo que era mejor que tomara un arma pero ella se negó, asegurando que era débil y no duraría mucho peleando.
Él expresó su decepción pero ella le aseguró que las canciones tenían su propio valor, ya que creía que podían dar esperanza a la gente, agregando que debían trabajar juntos para sobrevivir. Yuri dudó que fuera posible sobreponerse al fin pero Ryuulu comentó que como no era algo seguro debía seguir cantando. Feena lamentó no poder preguntarle a Elmina su motivo pero los demás le aseguraron que era mejor ser cautelosos respecto a ella.
Yuri le preguntó a Argonaut si no iba a hablar, exigiéndole una explicación por lo del día anterior. Cuando finalmente habló, Argonaut se disculpó por no responder, prefiriendo en su lugar preguntarle a Ryuulu si era hombre o mujer. Los demás se sorprendieron por su pregunta, aunque Feena y Garms reconocieron también tener mucha curiosidad respecto a ello. Ryuulu se negó a revelarles su género y planteo una solución para cada intentó que propusieron. A pesar de su insistencia inicial, Argonaut se rindió al declarar que no importaba ya que su pecho era plano. Provocada por esto, Ryuulu comenzó a torcer sus articulaciones para causarle dolor, haciendo que Argonaut concluyera que era mujer, aunque ella continuó negando que eso respondiera su duda.
Mientras el chico yacía agonizando, Yuri le preguntó a Feena de que huía la princesa. Garms pensó que podría haber escapado de sus labores reales basándose en las palabras del rey sobre como había tenido que asumir los deberes de su madre luego de que esta muriera.
Sin embargo, tanto él como los demás dudaban de lo que había dicho. Feena señaló que era extraño enviar tantos soldados solo para recuperarla, ante lo que Ryuulu mencionó haber escuchado que los miembros de la familia real habían tenido cortas esperanzas de vida, siendo el rey la única opción y Ariadne la única familia que le quedaba. Añadió que eso explicaría su desesperación por recuperarla, pero no podían estar seguros.
Por la noche, Argonaut trató de escabullirse para ver a Ariadne y fue detenido por Olna, quien le aconsejó no continuar s quería vivir. En su lugar le preguntó por el olor a sangre que emitía el castillo, lo que ella atribuyo al karma y las malas acciones de las personas. Él le dijo que solo quería ver a la princesa, incitando a la adivina a cuestionar sus motivos para ello, finalizando con que sin importar cuales fueran no lo dejaría hacerlo ya que solo la lastimaría. Ella repitió su advertencia pero él siguió firme respecto a su convicción.
Viendo su terquedad, Olna declaró que era la segunda persona que más odiaba, refiriéndose a él como un tonto que no conocía su lugar. Argonaut preguntó por la primera, a quien ella solamente se refirió como un monstruo que no valía la pena salvar. Cuando ella comenzó a irse, le preguntó si podía decirle donde estaba Ariadne. Ella dijo no saberlo y que incluso si lo hiciera no se lo diría. Entonces, en lugar de ello, le pidió que le diera un mensaje de su parte, el cual era que iría por ella otra vez y la haría sonreír.