A la vez que Shi, Song y yo atacamos al guardaespaldas, las demás también entran en acción. Liang imbuye una flecha con una gran cantidad de qi, que sale disparada a gran velocidad. Cogido por sorpresa, un enemigo en la etapa ocho es atravesado en su entrecejo, muriendo al instante. No esperaba que hubiera nadie más.
A su lado está Ning, un tanto asustada. No le gusta pelear. Está allí para proteger a Liang. Es la que menos habilidad tiene en cuerpo a cuerpo. Si alguien la ataca, tiene que defenderla con sus escudos de qi. También a las gemelas. Están al otro lado, concentradas.
Bang Rui sale disparada hacia un enemigo nivel nueve que empuña un martillo. Es uno de los más peligrosos, aparte del guardaespaldas. A pesar de ello, está una etapa por debajo de ella. O, más bien, un reino por debajo. La distancia entre la etapa uno de Alma y la nueve de Génesis es más que una simple etapa. Es un cambio de reino.
Además, de ser necesario, todas ellas pueden usar qi de la etapa dos. Es cierto que es un poco forzado, sin tanta fluidez. Y que crea estrés en el cuerpo, en especial los meridianos y el dantian. Pero también es cierto que puedo ayudarlas a curarse si se exceden.
Lo pilla por sorpresa, por lo que se puede acercar para luchar cuerpo a cuerpo. El martillo, como la lanza, son óptimos a media distancia. Entre uno y tres metros. Las dagas son mejores a cortas.
Su enemigo no tiene más remedio que defenderse con las muñequeras. Bloqueando como puede. Incluso se ha visto forzado a dejar caer el martillo. Por mucho que sea más alto y musculoso, la presión que ejerce Bang Rui es obvia. Él se ve forzado a gastar demasiado qi.
Además, estos enemigos no son estudiantes de la secta. Son los que no han podido entrar o han sido expulsados. Las técnicas a su disposición son reducidas. Sus meridianos no están tan abiertos. Su emisión de qi es más débil. Por no hablar de que todas mis chicas los tienen completamente abiertos.
Tiene que defenderse con ambos brazos, a la vez que retrocede. Toda su atención está en Bang Rui. Que se va moviendo alrededor. Para salirse de la trayectoria. Para que él no la vea. Por ello, demasiado tarde se da cuenta de que una flecha vuela hacia él.
Como se está moviendo, Liang ha apuntado un poco más abajo. Le entra por la clavícula, clavándose profundamente. No es suficiente para matarlo.
–¡Aaaargh!– grita de dolor.
A la vez, pierde el foco en su defensa. Una daga se clava cerca de su corazón. Otra en su costado. Una rodilla en sus testículos. Un cabezazo en su nariz cuando la baja por el dolor. La siguiente daga sí que perfora su corazón. Cae inerte.
Bang Rui mira alrededor. Sale disparada hacia el siguiente enemigo.
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Bronceada se agacha para esquivar la alabarda de su enemigo. Es el segundo de nivel 9, y ha reaccionado más rápido que el primero. Por eso, la ha visto venir a tiempo.
Un golpe seco hacia arriba impacta en la alabarda. Que vibra. Ha debido usar la versión para cuerpo a cuerpo de Golpe Estremecedor.
Eso hace que su enemigo tenga que esforzarse para recuperar el control. Y Bronceada aprovecha para acercarse. Para acumular qi en sus puños. Para ejecutar uno de los movimientos de Golpe Celestial.
Él intenta protegerse del ataque. Con un brazo reforzado por una pieza de armadura. A pesar de ello, sale disparado un metro hacia atrás. Estoy seguro de que se ha roto algún hueso.
Uno de sus compañeros intenta ayudarlo. Atacándola por el lado. Ella bloquea la espada con la mano. Recubierta de qi. Probablemente, tiene que gastar bastante para lograrlo. Pero consigue incluso agarrar el filo.
Lo estira hacia ella. Provoca que su nuevo enemigo se vea arrastrado también. Y reciba una patada en el estómago. Se ha oído el crujido de los huesos. Ella es capaz de usar Golpe Celestial también con los pies.
Suelta la espada del dolor. Mientras el otro trata de levantarse, este recibe una sucesión de golpes. Incapaz de defenderse, acaba tendido en el suelo. Parece que aún respira. Pero no creo que pueda moverse.
Justo entonces llega el de la alabarda. Además, un tercero se ha unido al combate. Ataca a mi chica con dos hachas, que ella se ve obligada a esquivar. En cuanto al de la alabarda, no consigue unirse al combate. Bang Rui ha llegado como una exhalación. Herido y cogido por sorpresa, solo puede gritar de dolor antes de caer al suelo sin vida, apuñalado.
Cuando ve llegar Bang Rui, el de las hachas entra en pánico. Solo está en la etapa ocho, y hay dos en el siguiente reino. Se da media vuelta y sale corriendo. No es tan rápido como para evitar la flecha que se clava en su espalda. Tropieza y cae malherido.
Bang Rui y Bronceada se miran. La segunda va a rematarlo. La primera a por otro enemigo.
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–Son muchos– los mira Hong.
Agarra con fuerza su hacha a dos manos. No tiene experiencia en combate real. Pero sí ha entrenado con las chicas. Y conmigo.
–Yo te cubro– asegura Shun, que tampoco la tiene.
La han entrenado para que pueda defenderse un poco. Aunque su fuerza está en sus técnicas de qi. Con el cetro, es capaz de aumentarlas. Lástima que para ella tampoco tenemos un arma de su nivel.
Hong ataca con el hacha de frente. Moviéndola de arriba abajo. Su víctima, en la etapa ocho, está una por debajo. A Hong le queda poco para llegar al reino de Alma.
Su oponente lleva una lanza. Se le nota asustado. No esperaba tener que luchar contra alguien más fuerte. Se suponía que era una encerrona de todos contra mí. Debe de estar preguntándose de dónde han salido.
Su lanza se resquebraja en el impacto. El hacha de Hong es la mejor que conseguimos en la expedición. Allí eran estudiantes, muchos de ellos en la etapa nueve. La lanza es de alguien en la etapa ocho que ni siquiera está en la secta. Su calidad debe de ser bastante inferior. Así como el qi que puede reunir para defenderse.
Para hacerlo peor, un rayo de qi surge de Shun en cuanto Hong se hace a un lado. Se compenetran bien. Lo han usado contra mí en entrenamientos. Aunque llevando mi malla. De hecho, una de las veces SOLO llevaba la malla. Me obligaron a desnudarme después de perder el combate previo. Las muy pervertidas…
Shun está en Alma. Un ataque concentrado contra alguien en la ocho de Génesis es un poco abusivo. Sale despedido hacia atrás, además de quemarle la ropa y la carne. Es una herida grave.
–¡Noooo!– grita a pesar del dolor.
Desequilibrado y en inferioridad, Hong lo remata sin piedad. Puede que sea su primer combate real, pero ha sido una esclava. No es ajena a la muerta o la crueldad. A alguien como Yan Xiulan le hubiera costado mucho más ser tan contundente.
De hecho, Shun es algo más inocente. Se queda mirando el cuerpo sin vida unos segundos. Pero se acaba recuperando. Aunque más joven, también ha visto la crueldad del mundo. Un cuerpo sin vida no es comparable a lo vivido en el mercado de esclavos. Más de un esclavo fue cruelmente torturado no muy lejos de ella. Pudo oír sus gritos. Incluso ver algunos cuerpos mutilados.
Así que enseguida se vuelve hacia Hong. Hay un enemigo nivel siete frente a ella. Está asustado. No se ha atrevido a moverse. Está temblando. Lleva dos especie de bastones pequeños, uno en cada mano.
Reacciona en pánico cuando Shun lanza de nuevo su rayo de qi. Intenta bloquearlo a toda prisa con ambos bastones. Añadiendo mucho qi. Aunque el ataque lo sobrepasa. Hay mucha diferencia de cultivación.
Apenas tiene tiempo de gritar de dolor. Un hacha ha segado su cabeza.
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Guo Hai está ganando terreno con su espada a dos manos. A su lado, Ma Lang empuña sus dos espadas. Están luchando contra tres a la vez. Las cultivaciones de ellos son ocho siete y siete.
A Ma Lang no le apasiona luchar. A pesar de ello, tiene experiencia. Y la han obligado a practicar. No muestra ninguna piedad. Con una de las espadas, tiene suficiente para controlar a un enemigo. Con la otra, lanza ataques de qi contra el otro. Sus movimientos son mucho más rápidos y ágiles que los de Hai.
Esta blande su espada a dos manos dando largos y poderosos ataques. Tiene la desventaja de que puede quedar algo expuesta tras cada ataque, si su oponente logra sobrepasarlos. La ventaja es que los ataques son terribles. Además, sus oponentes son mediocres. No solo consigue oprimir al que tiene enfrente, sino que al otro también le da problemas.
Este último recibe ataques de las dos. Aunque ninguna pone el foco en él, tiene que estar atento. Podría retroceder y estar más seguro, pero tiene que ayudar a sus compañeros. Si no, él será el siguiente.
Una flecha vuela hacia él, cargada de qi. Aunque sorprendido, consigue bloquearla con sus espadas, pero eso lo deja vulnerable. En ese instante, tanto Ma Lang como Guo Hai centran sus ataques en él, hiriéndolo de gravedad. Se ve obligado a retroceder. Cae al suelo, sangrando.
Un brazo tiene un profundo corte. No creo que lo pueda usar. También tiene un agujero en el pecho.
Eso reduce por un momento la presión en los rivales de las dos. Intentan contratacar, pero pronto son oprimidos de nuevo. Además, ahora ya no tienen el apoyo del tercero.
Ma Lang ataca consecutivamente con ambas espadas. Su cultivación es mayor. Las espadas tienen ventaja a esa distancia contra las dagas de su adversario. Y es más hábil. Puede enlazar los movimientos con fluidez y aprovechar el qi sobrante con más facilidad. Tras una Explosión de qi, su desequilibrado enemigo es ensartado.
En cuando a Hai, golpea una y otra vez, dominante. ¿Su ropa no está un poco expuesta por los lados? Su enemigo no puede más que defenderse. Obligado a retroceder. Acaba medio arrodillado. Se defiende como puede desesperadamente. Hasta que ya no puede bloquear un ataque, y uno de sus brazos es seccionado. Su cuello es el siguiente. Hai, sin piedad, va a rematar al tercero.
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–Vienen– aviso a las chicas.
Desde que puedo dividirme, me resulta más fácil hacer dos cosas a la vez. Así que he estado vigilando mientras luchábamos. Observando los combates. De hecho, al principio me sentía un tanto espeso al dividirme. Ahora, casi no lo noto.
–Intenta contenerlo un poco más– me pide Shi, preocupada.
Ella y Song se van a encarar a otros tres. Estaban detrás del guardaespaldas, a unos metros. No se decidían a atacar. Pero, a la orden de este, finalmente avanzan.
Reúno mi qi para bloquear su ataque. Tengo que poner mucho. Casi tres veces más que él. No podre resistir mucho más. Para el siguiente hachazo invoco el poder del collar que me hizo nuestra joyera. La barrera puede bloquear otro más. Se está resquebrajando, mientras reúno mi qi para bloquear cuando se rompa. Por suerte, las gemelas han acabado.
Un tremendo ataque sale de ellas. Han imbuido sus talismanes duales con mucho qi. Los que hizo Ye Bi especialmente para ellas a mi pedido. Aunque no sepa que son ellas.
Cuando probaron el que salió mal, fue bastante potente. Pero ni punto de comparación. Los ataques salen a la vez y se entrelazan. El guardaespaldas se gira al notar el peligroso qi. Así que le ataco con toda la fuerza que puedo reunir. Mi bastón vibra. Añado una Explosión de Qi.
Es un gasto bastante alto, pero vale la pena. Lo obligo a bloquearme. Mientras llega una especie de taladro de qi.
–¡Nooooooo!– grita en pánico y dolor.
Me aparto, mientras sale despedido tras el impacto. Estoy un tanto atónito. Miro a las gemelas. Me miran con los ojos muy abiertos. Tampoco lo esperaban. Se encogen de hombros a la vez. No hay tiempo para más. Señalo en una dirección.
Allí hay dos en la etapa siete que se habían escondido tras ver la situación. No tienen ninguna posibilidad contra las dos. Por mucho que no les debe de quedar mucho qi.
No pueden escapar. La formación que debía atraparme a mí, ahora los atrapa a ellos. La única mujer, la que suponemos que debe de controlar la formación, está en el suelo, aterrada. No se mueve. Hay una flecha clavada frente a ella y otra detrás. Supongo que ha entendido la indirecta.
Es de nivel seis. No lleva armas. Así que supongo que no es un peligro. Quizás, ni tiene experiencia en combate.
Yo me acerco al guardaespaldas. Para rematarlo. Pero no es necesario. El poder de los dos talismanes juntos ha sido devastador. Probablemente, superaba la etapa tres. El poder es muy superior a la simple suma del qi que han puesto las dos. Ye Bi decía que debería resonar. Signifique lo que signifique, el resultado es impresionante. De alguna forma, el qi se ha vuelto más denso.
Está muerto. Con un enorme agujero. Ha traspasado la armadura de qi y una de metal. Quizás no era de gran calidad, pero la ha atravesado de todas formas. Y lo ha agujereado de lado a lado.
Shi y Song lo tienen controlado contra los tres. Ahora dos. Bang Rui ha acabado con el último que quedaba por su lado. Ha sido peligroso. Quizás hubiera muerto sin la malla. Pero hemos sobrevivido. Ninguna está herida grave. Es un alivio.