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—Alice fue sorprendida cuando le gritaron. Miró a Lady Long con la boca abierta —¡Yo... yo no sé de qué habla, Mi Señora. No hice nada malo!
—¿Tú no hiciste nada malo? ¡Ja! Me estás dando información falsa. Pensé que la Princesa Swan era infértil, así que hoy fui al salón del trono para encontrarme con Su Majestad y ofrecerme a mí misma, para ser la madre de sus cachorros mientras él pasa su tiempo con la Princesa Swan —escupió Long Xiurong frustrada—. ¿Pero sabes qué conseguí? ¡Humillación! Él me dijo que mi aroma no era tan bueno como el de la Princesa Swan. También me dijo que nunca embarazaría a nadie si no es ella.
—P-pero eso es imposible porque la Princesa Swan es...
—¡Ella no es estéril! Ninguna de ellas es estéril. ¡Él dijo que hay algo más que hace difícil que puedan tener descendencia! —Long Xiurong nunca había gritado a ninguno de sus asistentes antes. En la Dinastía del Dragón Oriental, ella era una de las princesas más magnánimas, y era muy suave al hablar.