—Me hubiera gustado que me diera una respuesta a mi pregunta anterior, pero al mismo tiempo, no me molestaba que en vez de eso me estuviera besando —su mano se movió para acariciar mi mejilla mientras movía su lengua más rápidamente contra la mía. Nuestro beso se calentó rápidamente y se volvió muy húmedo. Mi corazón latía fuertemente en mi pecho mientras su mano se deslizaba de mi mejilla al lado de mi cuello—. Me preguntaba hasta dónde iba a llegar esto —pero luego me di cuenta con pesar de que no tenía el lujo de averiguarlo.
—Por favor... suficiente... —dije entre mi jadeo desenfrenado después de romper nuestro beso.
—Bradon me miró con deseo nadando en sus ojos. Estábamos al aire libre, aunque no había nadie más alrededor. No podíamos escaparnos de la campaña por mucho tiempo, así que sabía que teníamos que volver pronto.
—Entonces, tenía razón. Solo quieres acostarte conmigo. ¿Lo hacemos esta noche? —sugerí de manera tentadora.