La tensión en el campo era palpable, el sudor cubría las caras de los jugadores y la fatiga se notaba en cada movimiento, pero aún así, el equipo rojo seguía luchando, con Killer a la cabeza, dispuesto a cambiar las cosas. La situación era crítica, y el reloj avanzaba imparable.
"Oye, Dairo" - Killer comenzó, mientras observaba el campo y pensaba en cómo reorganizar a su equipo.
"¿Qué quieres?" - respondió Dairo, claramente agotado pero aún con la capacidad de pensar con claridad.
"Vamos a cambiar de posiciones. Necesito un par de delanteros nuevos."
"¿De qué hablas?" - Dairo frunció el ceño, no entendiendo a qué se refería Killer.
"Las chicas están agotadas, nuestro ataque está debilitado al máximo. Necesito refrescar la línea del frente. Al menos para vencer a esta gente."
"Podría intentar remplazar a Belana por el extremo derecho." - Dairo propuso, pero Killer no parecía convencido.
"Yo iré por el costado izquierdo." - Jeffer se ofreció a cambiar su posición, mientras Alex afirmaba que se quedaría en la defensa.
"David, te quedas en la defensa."
"Me niego, voy al ataque con ustedes." - David replicó con firmeza, su frustración claramente a flor de piel.
"No te estoy preguntando, te quedas en la defensa. Actualmente no eres útil en nuestro ataque."
David apretó los dientes y se retiró sin decir más, la rabia quemando su interior. La nueva formación del equipo rojo se consolidó con cuatro defensas y tres atacantes, dejando el medio campo completamente vacío.
El tiempo estaba corriendo, cinco minutos quedaban en el reloj, y aunque el equipo verde también mostraba signos de agotamiento, Killer sabía que aún quedaba esperanza, pero sólo si sabían aprovechar esos minutos.
La trompeta sonó y el juego se reanudó. Killer le pasó el balón a Jeffer, quien usó su habilidad de ladrón para abrirse paso entre los rivales, pero, como era de esperarse, la centrocampista verde, que había causado tantos problemas durante el partido, lo encará. Jeffer no pudo superarla, por lo que optó por pasarle el balón a Killer, quien se lo pasó a Dairo en el costado izquierdo. Dairo avanzó, visualizando la jugada perfecta. Sabía que Killer estaba en el punto más crítico, y le pasó el balón por el aire, buscando que su compañero ejecutara un cabezazo decisivo. Pero algo salió mal.
Un botín verde roza el balón y lo desvía. Camilo aparece en el camino, el balón se eleva, y Killer, con un salto desesperado, no logra alcanzarlo. El balón cae en manos de un defensa verde, quien rápidamente lanza un contraataque.
"¡Mierda! Todos retrocedan!" - Killer ordenó, con urgencia.
"¡Allí vienen, prepárense!" - Alex gritó, motivando a los suyos a mantenerse firmes.
El equipo verde lanzaba su ataque, y aunque la defensa del equipo rojo estaba haciendo lo que podía, Danna, David, y Suarez fueron superados con facilidad. El balón llega a la centrocampista verde, quien, aprovechando la fatiga de Alex, lo supera con rapidez. Ana, la portera del equipo rojo, sale de su arco con la esperanza de detener el remate.
"Por favor, dame la destreza para detener ese punto... Por favor, nuestra vida no puede terminar aquí..." - Ana pensaba, rezando en su mente mientras la atacante se acercaba con velocidad.
Pero entonces, un cambio inesperado ocurre.
"No, no cariño, yo no tiraré."
La centrocampista pasa el balón a su costado izquierdo, donde Camilo esperaba. La jugada parecía casi sentenciar el destino del equipo rojo.
"¡No tan rápido!" - Killer aparece de la nada, deteniendo el pase a mitad de camino. Con agilidad, envía el balón a David, quien, con las pocas energías que le quedaban, arranca hacia el contraataque.
David pasa el balón a Suarez, quien lanza el esférico a Jeffer en el costado derecho. Jeffer intenta escabullirse entre los rivales, pero Camilo aparece, marcando con fuerza.
"No pienso enfrentarte y arriesgar esta oportunidad." - Jeffer decide no arriesgarse y pasa el balón a Dairo.
Dairo avanza, se posiciona a unos veinte metros de la portería y decide disparar. Sin embargo, la centrocampista verde aparece una vez más, bloqueando su tiro.
"No anotarás."
Pero Dairo, con astucia, responde:
"Sabía que intentarías esto. Fue por eso que mentí fingiendo un disparo."
La mujer se sorprende, y Dairo pasa el balón a Killer, quien estaba libre y en posición de gol. Todo estaba listo para el tiro decisivo.
Justo en ese momento, la trompeta suena anunciando el final del partido. El balón estaba a medio camino de Killer, pero él no escucha el pitido, completamente absorbido en el momento. Killer dispara con toda su fuerza, un tiro tan potente que incluso el portero verde logró tocarlo con su mano, pero no pudo detenerlo. El balón siguió su curso y, con un último resorte, entró en la portería.
"¡El juego terminó con un empate!" - Hana, la árbitra, anunció la conclusión del partido.
Killer no podía creerlo, su cabeza daba vueltas mientras el marcador se quedaba en 2-2.
"¡Era una jugada importante para anotar un punto! ¡Debieron dejarla terminar!" - Killer protestó, completamente frustrado.
Max, desde la línea de banda, observaba con calma, como siempre.
"El oro, el poder, el estatus... nada es tan importante como el tiempo, esa intangible 'cosa' que no podemos ver, no podemos tocar, pero sí lo sentimos. Vale más que cualquier cosa. Es algo que no podemos recuperar ni detener. Si arrojas ese preciado oro al río, jamás podrán recuperarlo de nuevo."
Killer lo miró confundido, sin comprender.
"¿¡Qué rayos dices!?"
"Tuvieron la última oportunidad de cambiar el marcador, sin embargo, desperdiciaron su tiempo con jugadas, pequeños diálogos y movimientos innecesarios, lo que ocasionó que el tiempo corriera y se terminara. Empataron por no aprovechar su tiempo."
Killer apretó los dientes, pero no podía argumentar contra esas palabras.
"Me niego a aceptarlo."
"El juego terminó y el marcador es un empate, eso es todo." - Max sentenció.
La decepción envolvió al equipo rojo mientras el pitido final resonaba en sus oídos. Habían luchado con todo lo que tenían, pero al final, el tiempo les había jugado en contra.
FINAL DE ENCUENTRO ENTRE EL EQUIPO ROJO Y EL EQUIPO VERDE, MARCADOR FINAL 2-2, EMPATE.