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Feng Tianyi se encontraba frente a una montaña profunda, su rostro mostraba una expresión de impotencia —Otras familias se esfuerzan por interactuar con el mundo, pero solo nuestra Familia Feng se enorgullece de no solo mantenerse al margen del mundo, sino de volverse aún más aislada. ¡No tengo idea de qué estará pensando el viejo!
Mientras hablaba, sacó su teléfono para mirarlo, pero no había señal alguna —Genial, ahora el teléfono solo puede ser usado como un reloj. ¡Mejor me apuro a casa e informo a los ancianos del clan, y luego puedo regresar a Yanjing donde puedo vivir libremente!
Al terminar sus palabras, la figura de Feng Tianyi desapareció del lugar, moviéndose continuamente a través de la selva.