Caleb estaba prácticamente gruñendo por el hecho de que Addy se hubiera vinculado primero con Raphael, la tensión en su cuerpo aumentaba cuanto más lo pensaba.
Nunca se consideró a sí mismo como una persona posesiva. Normalmente, las cosas simplemente se le resbalaban, no importaba cuáles fueran.
En el ejército, le habían tendido emboscadas más veces de las que podía contar en misiones, había tenido situaciones tan FUBAR que no sabía si saldría con vida, y había tenido relaciones en el pasado que intentaban manipularlo o hacerlo celoso. Pero ni una sola vez algo le había alterado tanto como el hecho de que Addy se hubiera vinculado con Raphael.
Incluso su cuervo estaba enfadado, y eso era algo que nunca había ocurrido.
Todo en su interior exigía que le sacara los ojos y el corazón a Raphael con el pico y se los regalara a Addy como un presente.
Lo único que lo detenía era que él no creía que a ella le gustaría eso.