—¿Qué tonterías estás diciendo? ¿Con qué ojo me viste engañando con mujeres? —Roberto miró furiosamente a Brianna.
—¡Sabes exactamente a qué me refiero! —Las emociones de Brianna casi se desbordan al recordar la marca de lápiz labial rojo brillante.
—¿Te disgusta que sea viejo? ¡Como despreciabas a tu primera esposa en aquel entonces! ¡Roberto! ¿No te enredaste conmigo justo después de que tu primera esposa acababa de dar a luz? —Brianna gritó, mientras el personal de la casa sabiamente mantenía distancia durante la discusión que escalaba.
—Basta, Mamá. No pelees con Papá... por favor, ¡deja de pelear! —Hannah, con lágrimas en sus ojos, se adelantó para contener a su madre emocionalmente descontrolada.